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Una de las grietas del barco tiene más de tres metros

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El director del Instituto francés del Mar (Ifremer), Guy Herreouin, informó ayer que una de las grietas que tiene el Prestige mide más de tres metros de ancho. «Tiene forma de champiñón», reconció el técnico. Herrouin puntualizó que el fuel no sale a lo largo de toda esa anchura. Parte de la abertura funciona como una ventilación. «Es necesario cubrir esta ventilación por completo para sellar la salida de fuel», dijo el francés.

El Ifremer, propietario del batiscafo Nautile , será el encargado de tratar de taponar las grietas del barco. Como paso previo, realizará varias inmersiones para despejar la cubierta de elementos que puedan dificultar el sellado. «La dificultad se encuentra en que hay diferentes tipos de grietas y el fuel fluye de forma diferente de cada una de ellas».

Objetivo, ganar tiempo

Como ocurrió durante el alejamiento del Prestige de la costa, con el se quería ganar tiempo para decidir después qué se hacía con el barco, el taponado se plantea como una solución transitoria. Así lo reconocía ayer el director del Ifremer: «El objetivo es limitar la salida de fuel y conseguir tiempo para decidir qué se hace después». En su opinión, el taponado es una solución temporal «porque el fuel sigue estando en los tanques».

Herrouin calculó que tardarán hasta mediados de enero en cerrar todas las grietas. Para ello serán necesarias un mínimo de 15 inmersiones. En cada inmersión el Nautile pasa bajo el agua unas seis horas. Tarda una en bajar hasta el pecio donde yace el Prestige , y otra en subir a la superficie, por lo que le quedan cuatro horas para realizar las operaciones sobre el barco.

Los tanques del Prestige sufren hasta el momento 19 fugas que salen de 14 grietas. Una de ellas, de unos diez centímetros de longitud tiene seis fugas distintas. «Es como una única herida que sangra por varios puntos».

Dos nuevas manchas

El Insituto Hidrográfico Portugués detectó ayer dos nuevos afloramientos en la zona en la que se hundió el Prestige . Se trata de dos manchas de 1,8 y 0,8 kilómetros cuadrados, respectivamente. El anuncio del organismo luso resulta preocupante por dos razones: porque confirma que el fuel de los tanques sigue llegando a la superficie en cantidades respetables y porque la información proviene de una institución que, a falta de informaciones precisas del Gobierno español, ha servido para saber qué pasaba realmente con el vertido.

Limpieza en alta mar

A la vista de que la contaminación en la zona del hundimiento no remite, el Gobierno portugués volverá hoy a enviar la plataforma noruega que contrató días atrás. El jefe del Servicio de Combate a la Polución de la Marina, Baganha Fernández, explicó que la plataforma Northern Corona se dirige allí «una vez que se detectaron manchas en las aguas portuguesas». El buque llegó hace diez días y trabajó sólo dos días debido al mal estado del mar, extrayendo apenas 160 toneladas de fuel.