Imaginación contra el chapapote

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Rejillas de nevera, protecciones de ventiladores, sartenes agujereadas, redes en desuso, todo vale, si es útil, contra el escurridizo chapapote. Esto es lo que han utilizado los marineros de la cofradía de San Francisco, en la Lonja del Reloj, en O Berbés, esta semana. Hartos de recoger una a una las "galletas" del fuel-oil que rondan la Ría de Vigo, han desarrollado dos innovadores sistemas de "pesca" que facilitan el trabajo en el mar.

La estructura del primero de los artilugios se asemeja a una gran "jaula" de metal rectangular, y se coloca a uno de los lados de las planeadoras. Una malla plástica recubre todas sus caras, a excepción de dos. Por una de ellas penetran los restos del fuel-oil. Por la otra, cuando esta "jaula" se llena, los marineros, con palas, vuelcan "la pesca" a los contenedores al efecto.

De otro modo, la recogida del chapapote resultaría como "apañar un saco de lentejas una por una", explica Juan José Alonso, uno de los marineros artífices de los inventos. El segundo de éstos recibe el nombre de "portería", por su semejanza a una portería de fútbol. Se trata de una versión perfeccionada de la red que Pescanova probó hace escasos días con un resultado desfavorable.

"El problema que tenía Pescanova era que el chapapote sobrepasaba la línea de flotación, escapando la mayoría. Se ha perfeccionado el sistema con un armazón en forma de portería que sobrepasa esos flotadores, impidiendo que ningún resto de fuel-oil escape a sus redes", explica Alonso.

Para poner en funcionamiento esta "portería" son necesarias dos planeadoras, que la arrastren hacia el chapapote. Los marineros dudan, no obstante, de que las redes probisionales soporten el peso del petróleo, aunque confían que sí lo harán las mallas adecuadas. Para ahorrar tiempo, también están considerando emplear "copos" de un sólo uso, de modo que cuando éstos se llenen, sólo tengan que cambiarse por otros nuevos.

Ambas "artes de pesca" ya han sido probadas en las inmediaciones del puerto de Vigo, "con todos los restos de basura que aparecen flotando", relata David Costas, percebero. Pese a esto, algunos miembros de Salvamento Marítimo ya se han mostrado interesados en estos sistemas. A la espera de que nuevas manchas de fuel-oil penetren en la Ría de Vigo, los marineros continúan innovando a la espera de lo que pueda suceder.

"Soportando con nervios la calma"

A los marineros de la cofradía de San Francisco no les queda otro remedio que esperar. "Soportamos la calma como podemos, ya que nos gustaría salir a la mar aunque sea a limpiar chapapote", confiesa José Antonio Tizón, patrón mayor de la cofradía..

La calma es "tensa", y mientras dure estos hombres de mar continuarán pensando cómo derrotar al "enemigo negro". Algunos, como Juan José Alonso, tienen sus propias teorías acerca de cómo actúa el fuel-oil sobre el mar. "No creo que se mueva entre aguas como dicen los políticos, eso es una escusa. Mi teoría es que cuando llueve el agua dulce se deposita sobre el petróleo llegando a ocultarlo, pero durante un breve espacio de tiempo", expone Alonso. Como él, otros marineros también desconfían del Gobierno.

Improvisado centro de operaciones

.Cuando la amenaza de la marea negra del Prestige acechó a la Ría de Vigo, la Lonja del Reloj en O Berbés dejó de subastar pescado y marisco para convertirse en un centro neurálgico en la lucha contra el chapapote. Desde las siete de la mañana y durante todo el día, esta lonja ofrece a sus marineros la posibilidad de calentarse con un buen café o satisfacer su apetito con un bocadillo. En sus dependencias se almacena el material donado por diversas empresas, entre ellas Decogar, cuya aportación ronda los 4.000 euros, y que es gestionado de manera ejemplar por el voluntariado.