07/12/2002. Las Cíes tardarán diez años en recuperarse
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EL LLANTO SE HACE YA DESGARRADOR EN LAS ISLAS CÍES
La Administración rechazó activar un plan para proteger el Parque Nacional Illas Atlánticas de la marea negra.
Biólogos y científicos concluyen que el daño podría ser incluso irreversible.
El llanto se hace ya desgarrador en las Islas Cíes. El manto negro tejido por el Prestige cubrió ayer la playa de Figueiras y se regeneró en las calas de la Cantareira. La extensión de fuel se triplicó en tierra y convirtió el paisaje paradisíaco en un entorno desolador.
Incuantificable. La catástrofe del Prestige está dejando en Galicia una huella de destrucción que tardará lustros en recuperarse. A los cuantiosos daños económicos (aún por determinar), se unen los ecológicos. La marea negra se ha llevado por delante el único parque nacional que hay en la comunidad, el de las Illas Atlánticas, un espacio único por su biodiversidad que obtuvo esta declaración hace apenas seis meses.
Biólogos y científicos consultados sostienen que la regeneración de las Cíes, Sálvora y Ons (Cortegada, que también pertenece a este espacio, no se ha visto afectada) tardará un mínimo de diez años en regenerarse.
La situación es desastrosa. Según el director del organismo autónomo Parques Nacionales, Basilio Rada, el chapapote ha asolado ya todo el perímetro de Sálvora y Ons y más del 90% del de las Cíes. En todo caso, los coordinadores del operativo desplazado en las islas de la ría de Vigo sostienen que, a pesar de la nueva oleada de fuel que entró ayer, sólo el 50% de este espacio está petroleado.
Supervivencia animal
En cualquier caso, el estropicio es tan grande que los biólogos auguran un futuro desolador. Para Manuel Enrique Garci, biólogo del Instituto de Investigaciones Marinas del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la superviviencia de algunos animales puede quedar en peligro.
En este sentido, sostiene que las especies más perjudicadas serán las larvas y crías de peces y moluscos y cree que la recuperación total de estos espacios privilegiados podría durar dos décadas.
Uxío Labarta, investigador del mismo centro, tiene muy claro que recomponer toda la protección que se le ha dado durante años a este espacio va a requerir un esfuerzo especial. «El problema está en los sedimentos, que requieren tiempos largos de autolimpieza, por lo que hablar de diez años no es ninguna barbaridad».
Repoblación
Por su parte, Alberto González Garcés, director del Oceanográfico de Vigo, matiza que la reconstrucción del parque será muy lenta. A su juicio, tendrán que pasar como mínimo cinco años para que dejen de ser visibles los efectos del desastre. El problema es que la recomposición durará bastante más, es probable que el doble. «Los ecosistemas de Cíes, Ons y Sálvora son muy similares y, tras lo sucedido, puede que nunca vuelvan a ser igual porque algunas comunidades sólo se recuperan recolonizándose», explica.
Unos 900 voluntarios trabajaban ayer a contrarreloj en estos espacios para tratar de paliar el daño ocasionado por los vertidos. El sudor de los marineros había aflorado en vano. El jueves retiraron toneladas de combustible del mar en la parte norte de las islas, pero el contraataque del diablo negro les sorprendió ayer con un agudizamiento del desastre.
Muchos marineros se jugaron el tipo al acercarse a zonas rocosas hasta ahora ricas en percebes para recoger el fuel arrastrado por las corrientes. El Ayuntamiento de Vigo calcula que sólo en las Cíes han entrado en los últimos días unas 400 toneladas de chapapote.
El trabajo de este retén de voluntarios y embarcaciones se vio favorecido a media tarde por la entrada de vientos del este, que desplazan las manchas hacia alta mar.
El malestar generado por el delicado estado del parque nacional se ha visto intensificado entre algunos miembros del patronato que lo gestiona. Fuentes próximas a este organismo señalaron que la Administración rechazó esta semana, horas antes de que el fuel asolara las islas, activar un plan de emergencia diseñado hace años para proteger este espacio. El coste de este programa de actuación ascendía a unos 480.000 euros (cerca de 80 millones de pesetas).