Es una catástrofe en el ecosistema

La catástrofe ecológica y económica del Prestige conmueve al mundo. Santiago Grisolía (Valencia, 1923), discípulo de Severo Ochoa y una de las figuras más insignes en el campo de la investigación científica, expresa su preocupación por la magnitud del desastre y se muestra perplejo por la lentitud en la respuesta institucional para salvar el ecosistema. «El Consello da Cultura Galega ha preparado un comunicado y, a pesar del mal tiempo, he querido venir a dar mi apoyo y solidaridad», explica.

-¿Cómo está siguiendo la catástrofe y sus consecuencias?

-Estoy viendo muchas muestras de simpatía hacia Galicia y los medios de comunicación creo que lo están siguiendo con acierto. He vivido muchos años en Estados Unidos y creo que en circunstancias como ésta hubiesen movilizado al Ejército en las labores de limpieza.

-¿Qué es lo que más le ha impresionado del siniestro?

-Bueno, hay una gran preocupación porque esta brea lo contamina todo. Creo que los expertos deberían idear algún sistema para destruir las manchas. En tecnología, en ingeniería, pero algo se debería hacer. Pienso, y a lo mejor digo una barbaridad, que al menos se podría intentar quemar esa gran mancha que está tan cerca.

-El Gobierno insiste en que el fuel que permanece en el buque se solidificará por la baja temperatura del fondo marino. ¿Comparte la teoría?

-Ojalá sea así. Y puede ser. Parece que el batiscafo, de momento, no dice lo contrario. Hay que esperar.

-Tampoco hay datos sobre la dimensión del daño en el ecosistema.

-No soy especialista, pero tenga por seguro que lo es, y muy grave. Lo dicen los expertos. Esperemos que el fuel no entre en la bahía de Vigo.

-La marea negra vuelve a poner en evidencia la falta de medios para afrontar estos siniestros. ¿Cree que la gestión de las administraciones ha estado a la altura?

-Es la séptima vez que pasa esto en los últimos años. Ojalá no ocurra más, pero los buques siguen pasando cerca de la Costa da Morte. Deberían establecer medidas para evitarlo.