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Tras pasar por el Atlántico, Dominique Wavre y Michèle Paret abordan los mares del sur

Los co-patrones del Mirabaud comienzan un maratón de cuarenta días en los mares más hostiles del planeta

Dominique Wavre y Michèle Paret franquearán mañana a bordo del Mirabaud la puerta de entrada simbólica de los mares del sur, la isla de Gough, situada en el paralelo 40. Este pasaje constituye el comienzo de una nueva e importante etapa en su vuelta al mundo: la entrada en los mares del sur, salvajes y violentos.

En tres semanas y media de regata, Dominique y Michèle han recorrido unas 5.000 millas náuticas -8.000 kilómetros- que no supone ni una cuarta parte de la distancia total ya que aún les quedan 19.000 millas por delante.

Los dos tripulantes se encontraban muy bien situados en el pelotón de cabeza durante toda la bajada del Atlántico, pero han frenado su marcha en los últimos días, por lo que han pasado bruscamente de la tercera a la séptima plaza de una clasificación que continúa abierta. “Hemos permanecido bloqueados durante horas, días incluso, por el anticiclón de Santa Helena”, explicó Dominique Wavre. “A apenas unas millas cerca de nuestro barco, los veleros que navegaban por delante de nosotros han conseguido evitarlo, mientras que los que llegaban por detrás se han visto también atrapados. Ha sido tremendamente frustrante, sobre todo porque no había otra alternativa”.

En las próximas horas, el Mirabaud se enfrentará a un mar duro, consecuencia de una fuerte depresión situada más al sur, de la que los líderes se beneficiarán, al contrario que el grupo perseguidor. La mar, que aún permanecía llana ayer, se convertirá en mar gruesa rápidamente a la vez que el viento rolará al suroeste. Bienvenidos a los ‘Cuarenta rugientes’.

“Seguimos esta regata con mucho interés y admiración”, comentó Antonio Palma, Asociado y Consejero Delegado de Mirabaud. “Es en los momentos más duros cuando se ve el carácter de las personas. Dominique y Michèle han vivido en estos últimos días una situación penosa, engullidos por este anticiclón, a pesar de su excelente comienzo de regata. Independientemente de su decepción, que es comprensible, han manejado la situación con mucha humildad. Esta Barcelona World Race es absolutamente apasionante y nos sentimos orgullosos de acompañar a Dominique y Michèle, que se pelean desde el principio de la competición en unas condiciones que a veces son difíciles de prever”.