Thomas Ruyant y Morgan Lagravière (For People), vencedores de la Transat Jacques Vabre Normandie Le Havre en la categoría IMOCA

.Class40 ¿"Norteños aprovechando una baja" o "Sureños en modo de rendimiento"?

A seis días de las primeras llegadas estimadas, los partidarios de las dos opciones siguen jugádose la delantera en los sondeos sobre el resultado final en Fort-de-France. Este sábado, un análisis de las tendencias confirma que no les va mal a los norteños, que por fin han encontrado los vientos tranquilos que venían a buscar. Ha llegado el momento de que hagan su último descenso con spinnaker. Empezando por el Groupe SNEF, que ha remontado la friolera de 10 puestos y 100 millas en 24 horas.
El viento es suave, pero las chaquetas de guardia están de vuelta a bordo del Groupe SNEF. Y con razón: "Hoy parece una lavadora. Pero ayer me duché. Estaba todo limpio, ¡y ahora estoy limpio y salado!", dice sonriente Pierre Le Boucher, firmemente asentado en el cabrestante y al abrigo de las rompientes de espuma, mientras ajusta el spi que le impulsa a lo largo de la ruta.
"La naturaleza es bella pero impresionante
Se acabó la calma de ayer. "Tenemos 30 nudos de viento y avanzamos a 20 nudos, lo que es bastante estresante. Estamos saltando olas. La naturaleza es hermosa pero impresionante; te sientes pequeño. Estamos un poco estresados con estas condiciones de navegación tan duras", confirma Xavier Macaire, que sin embargo puede esperar disfrutar de todas las ventajas de una ruta que también siguen Tquila, Amarris, Crédit Mutuel, Influence 2... y algunos otros navegantes atrevidos más atrás.
El sábado por la tarde, se encontraba de nuevo en 4ª posición, a 50 millas de la cabeza de la flota, todavía liderada por los dúos imperturbables de Alla Grande Pirelli e IBSA, que sin embargo ven cómo su ventaja se desvanece, culpa de los norteños, que aprovechan un buen ángulo de viento del que deberían poder beneficiarse durante 48 horas, y llegan a toda velocidad.
Unas 500 millas al Sur, los sureños se aferran a las convicciones que les guiaron en su opción. Cuentan con el privilegio de los alisios que, si bien no les ofrecen mucha velocidad, desde hace varios días les aseguran un avance constante en condiciones menos duras para los barcos. Estos vientos consolidados podrían salvarles el día a medida que se acercan a la llegada, que corre el riesgo de verse perturbada por la falta de viento, lo que frenaría definitivamente el ímpetu de los norteños.

"A la vista y en contacto con el sur
"Estamos vigilando a los que están muy lejos de nosotros por el norte, pero tampoco nos dejamos llevar demasiado. Nos llevaban ventaja cuando partieron. Ya estábamos preocupados por ellos. Pero ahora no podemos hacer mucho. No están en absoluto en el mismo sistema meteorológico", coincide Erwan Draoulec a bordo del Everial. "A diferencia de los que tenemos al lado, contra los que cada disparo cuenta, en un contexto de regatas muy reñidas que le garantizan el rendimiento: "a la vista de otros tres barcos, y sin un día sin ver a otro competidor".
"Dentro de dos días, el viento va a amainar mucho más adelante. Esperamos más viento del sur. Apostamos por los alisios profundos, que pueden permanecer más tiempo. De aquí a entonces, seguiremos navegando a sotavento en condiciones medias. El final de la regata aún no está claro. Veremos quién tiene razón, si el norte o el sur. Estaría encantado de tener la respuesta hoy", añade el co-patrón del Everial.
A unas 1.000 millas de Fort-de-France, la suerte está echada, pero nada está definitivamente decidido...