Patrones de la ARKEA ULTIM CHALLENGE – Brest. Anthony Marchand : despreocupación engañosa
Los navegantes solitarios son a su vez patrones, tripulantes, intérpretes, acumulando millas y encuentros combinando luces y sombras. Anthony Marchand no tiene grandes victorias que vender, pero sí una pasión tenaz y una competencia a toda prueba. A bordo del Actual Ultim 3, ha encontrado su lugar y sigue escribiendo la historia de un trimarán que no ha dejado de mejorar para presentarse en la salida de la ARKEA ULTIM CHALLENGE - Brest como un outsider creíble...
La historia de "Antho", como se le conoce en los pantalanes, comenzó en el centro de vela de Plérin (22 años), donde sigue siendo miembro del club. El joven demostró su talento desde la categoría Optimist, con buenos resultados en Laser Radial, antes de conseguir una plaza en 470 en el Pôle France de Brest. De sus años como regatista ligero, conserva una sensibilidad universalmente reconocida al timón y la capacidad de adaptarse a una amplia gama de embarcaciones: "Es un superdotado. Le puedes subir a un monopatín, a una cometa o a unos esquís, y le coge el truco en 30 minutos", dice Paul Meilhat, uno de sus mejores amigos, que estuvo encantado de tenerle a bordo para la Ocean Race del año pasado.
Atraído por el mar abierto desde muy joven, Anthony dejó atrás el alto nivel y la promesa de la vela olímpica para embarcarse en trimaranes. Preparador y luego tripulante de Yvan Bourgnon en el Brossard, de Antoine Koch en el SOPRA y de Thomas Coville en el Sodebo, a los 20 años probó por primera vez la emoción de la velocidad en los trimaranes ORMA, asventura que se queda grabada en la memoria para siempre. Era también el apogeo de las fórmulas de selección para el circuito de Figaro. Tras un paréntesis en el Mini, Anthony presentó su candidatura y se convirtió en patrón del Bretagne - Crédit Mutuel de Bretagne, tomando el relevo de un tal François Gabart. El Figaro le ocupó durante diez años de su vida, un aprendizaje de rigor y exigencia, así como una larga búsqueda de laureles. En tres ocasiones subió al podio y ganó etapas, pero no consiguió alzarse con el trofeo. Como para otros jóvenes formados en la dura escuela, las oportunidades de navegar en grandes barcos se presentaron.
Vuelta a los multicascos con Actual
En 2015, se tomó un descanso del Figaro y se convirtió en timonel del Mapfre, formando parte de una tripulación muy internacional en la Volvo Ocean Race, que terminó en cuarto lugar. Una desviación a la clase IMOCA para la Route du Café 2017 junto a Giancarlo Pedote, luego vino el encuentro con Yves Le Blevec en 2021, cuyo fiel socio Actual acababa de comprar el antiguo trimarán Macif: "Solíamos cruzarnos en los pantalanes, pero fue durante un Trophée Mer et Montagne cuando realmente conocí a Antho. Mientras charlábamos, me pareció interesante su análisis de nuestra profesión. Tiene una humildad que me gustó. En el nuevo Actual Ultim 3, Anthony Marchand aporta su sensibilidad y su análisis del rendimiento, ofreciendo más de lo que impone, y se está imponiendo rápidamente. Después de la Ruta del Ron-Destino Guadalupe, cuando Yves Le Blévec anunció a su patrocinador que quería cederle el timón, su nombre surgió de forma natural. "Cumplía todos los requisitos. Está muy implicado en todos los aspectos técnicos del proyecto y en la vida del equipo. No hay actividad que no piense que es para él. Antho no tiene ese aspecto de 'marinero profesional', en pantalón corto y gafas oscuras, que prepara un barco y coge las llaves", afirma el de La Trinité
Trabajador pero afable, Anthony Marchand desprende una especie de relajación, lejos de la imagen de máquina de algunos. "Es una persona atenta y tiene sentido del humor. Es imposible no llevarse bien con Antho. La gente habla con él fácilmente, lo sabe todo", afirma Alexis Loison, con quien navegó durante años en el circuito Figaro
Pero a sus 38 años, ¿tiene el simpático Antho la fuerza suficiente para navegar en solitario a una media de 25 nudos alrededor de los tres cabos durante 40 o 50 días? "En tierra, se queja todo el tiempo y le dan miedo las arañas, pero en el Sur profundo es capaz de ir a arreglar algo a 5 grados, a horcajadas sobre el bauprés, ¡con la cabeza al revés!", dice Paul Meilhat, que añade que "nunca ha visto un atisbo de ansiedad en sus ojos". Thierry Chabagny, su co-patrón en la Ruta del Café, lo confirma. "Antho es sensible y entrañable, pero sobre todo tiene un carácter diferente. Es una de esas personas que pueden soportar el estrés de la alta velocidad a largo plazo, y no hay muchas...".