Electricidad en el aire

Con estas condiciones le es imposible reducir a tiempo el velamen, se aparta un poco del viento para ganar tiempo, pero enseguida debe hacer un gran esfuerzo para volver a su ruta. En menos de 48 horas está prevista la llegada de Spindrift 2 a Guadalupe, teniendo entonces que dar la vuelta a la isla por el Oeste. Mientras tanto, el skipper mantiene el ritmo pese a esta inestabilidad tiránica para los nervios y los músculos.

En Pointe-À-Pitre han caído esta noche 70 mm de lluvia. Se ha decretado alerta amarilla y el village de la regata espera a que amaine para abrir. Esta racha de mal tiempo debería llegar mañana a su fin, para tener todo preparado para la llegada de los primeros barcos en la noche del domingo al lunes (hora local), es decir el lunes de madrugada en hora española aproximadamente. Pero antes los navegantes tienen mucho que hacer. “Hay muchas áreas de tormenta en el alisio”, explicaba Yann Guichard este mediodía. “Esta mañana he pasado de 15 a 0 nudos en sólo unos segundos. El genaker y la mayor estaban cada uno hacia un lado y ya podéis imaginar el trabajo que me ha costado volver a poner el barco en ruta”.

Tormentas en la ruta
“En teoría la situación parece sencilla”, asegura Richard Silvani de Météo France, uno de los dos routiers de Spindrift racing. “Deberíamos tener un alisio establecido y una trayectoria recta hacia Guadalupe, con un flujo de este de entre 13 y 18 nudos. Pero la realidad es muy diferente porque tenemos que vérnoslas con muchas tormentas dispersas que parasitan enormemente el viento, tanto en intensidad como en dirección.” Aunque ha pasado una noche en vela en la que no ha conseguido ganarle más millas al líder, Yann mantiene la moral alta: “No he dormido mucho para mantenerme a la caña y ganarle terreno a Loïck (Peyron, a 170 millas) pero todo lo que he conseguido arañar se ha evaporado con los chubascos. Por lo demás todo va bien a bordo de Spindrift 2 y no tengo ningún daño que lamentar.”

Una aproximación complicada
Alcanzar la isla de Guadalupe tampoco será relajado. El este de la isla está casi prohibido debido a las redes de limitación pesquera. Hay perímetros claramente identificados y otros más confusos. En función de estas zonas restringidas y del viento habrá que hacer una virada de ajuste de aquí a allí para optimizar la trayectoria hasta el Islote de la cabeza del inglés. Esta marca de paso obligado al norte de Basse-Terre, está a unas cincuenta millas de la línea de llegada y se debe dejar a babor. Los participantes tendrán que pasar bajo la isla y dejar a estribor la baliza de Basse-Terre, que está apenas a unos 500 metros de la costa, lo que exige maniobras muy delicadas donde el aire se desvanece bajo el volcán de La Soufrière, de 1.467 metros de altura. Después vendrá el canal de los Santos, una especie de embudo donde normalmente el viento se recupera de un golpe para realizar un último sprint hasta la llegada en Pointe-À-Pitre. No hay que decir que estas últimas horas previsiblemente tendrán lugar durante la noche y terminarán con los recursos de los navegantes, en cuyos rostros podrá advertirse claramente el placer de haber terminado. “Continúo manteniendo el ritmo para llevar siempre las mejores velas para atacar”, confesaba el skipper de Spindrift 2 este mediodía antes de añadir: “En Pointe-À-Pitre estaré cansado pero muy feliz de llegar”.

Clasificación de los participantes de la clase Ultime a las 16:00 (hora francesa):
Posición / distancia/ velocidad instantánea:

1 – Banque Populaire VII, Loïck Peyron, 757,6 millas de la llegada, a 25,5 nds
2 – Spindrift 2, Yann Guichard, a 185,5 milles del líder, 18,8 nds
3 – Prince de Bretagne, Lionel Lemonchois, a 347,6 millas, a 25,4 nds
4 – Edmond de Rothschild, Sébastien Josse, a 379,1 millas, a 23,3 nds
5 – Musandam Oman Sail, Sidney Gavignet, a 459,1 millas, a 23,8 nds
5 – Idec sport, Francis Joyon, a 508,4 millas, a 18,1 nds
7 – Paprec Recyclage, Yann Eliès, a 658,4 millas, a 25,8 nds
8 – Sodebo Ultim’, Thomas Coville, Abandon