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Durante la última jornada, el FMC quedó condicionado por las calmas que frenaron su avance

Durante la última jornada, el FMC quedó condicionado por las calmas de un anticiclón que frenó su avance, pero esta mañana el compás vuelve a sonar un poco más rápido.

En busca del paso obligado por la Puerta Barrera Australiana, Gerard Marín y Ludovic Aglaor confían volver a recuperar su ventaja sobre sus “parejas de baile”, Central Lechera Asturiana y We Are Water, tras haber sido el barco de los Tres Mosqueteros más afectado por las calmas. Tanto que las 340 millas de ventaja sobre su perseguidor quedaron en tan sólo 250, cuando se emitió el parte de posiciones de las 05 horas de nuestra madrugada.

 

La esperanza de que entrara un poco de viento de componente Norte se han cumplido esta mañana, pudiendo acelerar el FMC hasta marcar de nuevo su corredera una velocidad con dos dígitos. Algo más de 10 nudos, que a bordo saben a gloria tras el frenazo de horas pasadas.

 

Sin los problemas que parecen tener otros barcos con la despensa, “Creo que no nos va a faltar comida, cargamos mucha, y hasta que no dejemos cabo de Hornos por babor ni nos planteamos hacer cuentas para un posible racionamiento hasta la llegada”, Gerard Marín se mostraba ilusionado respondiendo a los alumnos del colegio Sant Lluis de Beges, presentes en la videoconferencia: “La experiencia está siendo muy interesante, como es normal tienes días buenos y otros peores, pero el balance es muy positivo. Ahora tenemos que afrontar el paso de Leeuwin, el segundo gran cabo del Sur, y me hace especial ilusión”. Sobre que sentirían en la llegada de Barcelona en caso de completar el recorrido de la regata, Marín respondió: “Una alegría brutal, la sensación de haber cumplido un reto. Hacer una regata como esta es cumplir un sueño que tenía desde pequeño, y hay que disfrutarlo, aprender de los buenos y malos momentos”.

 

Sin duda los malos momentos son los reveses meteorológicos, que parecen estar cebándose especialmente con los barcos de cola. “El paso de la puerta Ámsterdam fue un poco desesperante, ayer tuvimos muchas horas de calma” comentaba Ludovic Aglaor. “Hay que encontrar motivaciones, y en nuestro caso no es otro que el objetivo inicial: terminar la regata. Somos conscientes de la limitación que supone competir con nuestro viejo barco ante los diseños más modernos, pero seguimos adelante. Queda mucha regata todavía”.

 

Con 1.000 millas hasta la primera baliza de la Barrera Australina y 400 más hasta cabo Leeuwin, el último parte de posiciones de las 15:00 horas peninsulares indicaba que el FMC navegaba con rumbo 117º a 11 nudos de velocidad. La ventaja sobre el Central Lechera Asturiana y el We Are Water seguía aumentando, quedando ahora a 288 y 535 millas por su popa, mientras que su predecesor Gaes navega 1.800 millas por delante.