D+64: El frente frío de Brasil: un paso a nivel que reúne a los 6 primeros

Las apuestas están que arden y todos los escenarios son posibles en esta jornada 64 frente a la costa de Río de Janeiro. Las condiciones climáticas están desdibujando y no dan buenas pistas para alcanzar los vientos alisios. La posibilidad de ser el primero en cruzar el Ecuador se amplía hasta 5/6 nominados potenciales. Y digo el Ecuador pues hacia el Atlántico Norte en invierno puede ser una ruta con muchas zonas que pueden provocar sinsabores.

Esto es lo que pasa, el grupo de nueve solitarios que persiguen al Maître Coq IV se ha comprimido en menos de 300 millas. Yannick Bestaven, ha visto su ventaja de 435 millas difuminarse, y en caso de Charlie Dalin (Apivia) 2º ser solo de 38 millas.
Por eso las especulaciones y las apuestas están que arden, cualquiera de los seis o siete mejores barcos podrían tomar el liderato. De hecho, para mañana martes parece que hay posibilidades de que Dalin haya superado al líder..

El frente frío que se extiende desde la costa brasileña, en algún lugar entre Itajai y Río, mar adentro y del sureste a este por unas 1500 millas, es el causante de esta inédita situación a estas alturas de la Vendée, cuando se juega con un ETA para cruzar la línea de meta de Les Sables d'Olonne a finales de este mes, alrededor del 28 o 29.

La situación es similar, salvando circustancia al descenso del Atlántico en la tercera semana de noviembre, cuando Thomas Ruyant y Charlie Dalin intercambian trasluchadas a menos de diez millas de distancia.
Ahora, en el ascenso en búsqueda de los alisios, la misma característica meteorológica bloquea a la flota. Bestaven ha perdido millas de ventaja por estar al oeste, más cerca de tierra, la ganancia es cada vez mayor en el este a medida que el grupo líder gana Nortes. Y así, no solo Dalin y Thomas Ruyant regresaron a Bestaven con fuerza, sino que también en el este Damien Seguin, Louis Burton y Boris Herrmann volvieron a la pomada.
Toda la Vendée Globe ha sido así, la regata está lejos de terminar. Sin duda, no está todo el pescado vendido.

Todos están motivados y al ataque, Dalin, Ruyant, Seguin, Burton y Herrmann, estudian las posiciones de los demás para descubrir cómo acercarse, la toma de decisiones es la atmosfera imperante en los copkit de los Imoca.
Eso en la mar, pero en tierra para nosotros los aficionados resulta fantástico que la prueba sea tan cerrada durante la subida al Atlántico, realmente está todo para jugar, la regata sigue viva. En el pasado, nunca hemos visto subidas por el Atlántico que hayan sido tan emocionantes, lo normal fue uno o dos barcos claramente por delante, pero aquí tenemos un mogollón de barcos, de los Imocas sin foilers, con foilers de primera generación y los en principio, máquinas de corre como los Imocas más recientes, para el final sin duda… aún quedan sorpresas.
¿Cuanto jugarán las compensaciones en tiempo por el rol en el rescate de Kevin Escoffier?.
Bestaven tiene 10 horas y 15 minutos en la buchaca, Boris Herrmann (Seaexplorer-Yacht Club de Monaco) tiene seis horas. De momento no nos funciona la “bola de cristal”, sera el día a día el que nos lo aclare.

Si hay una realidad que es el juego mental de los solitarios. Es el sindrome “pinocho”. Nadie quiere admitir sus debilidades, sabemos que Apivia y LinkedOut, tienen problemas con sus foils de babor. Pero hay daños en la vela, daño en el gancho y otros problemas que ahora se convierten en secretos aún más guardados. ¿La respuesta estándar? "¡Estoy al 100% y mi barco también!". Ventajas las justas.

Arnaud Boissières, cruzó su cuarto Cabo de Hornos a las 1135 h UTC. 1 hora y 30 minutos más tarde fue el suizo Alan Roura a las 1301 horas UTC y luego fue Jérémie Beyou a las 1534 horas UTC. El patrón del Charal tiene el honor de ser el más rápido de la flota entre el Cabo de Buena Esperanza y el Cabo de Hornos, con 30 días 14 horas 27 minutos unos 45 minutos más rápido que Armel Tripon (L'Occitaine en Provence). La británica Pip Hare pasar por la longitud de su primer Cabo de Hornos esta noche.

Didac Costa, a 460 millas de la puerta de entrada al Atlántico Sur, siente que pronto tendrá el alivio de la mejora de temperatura, que cada milla recorrida es la vuelta a casa, que se acaban las depresiones del Pacífico Sur.

Los días pasan, pero nunca son iguales en el gran bucle planetario en solitario …