Cautela ante un escenario que puede tener vientos de 60 nudos y mares arboladas
Este martes, todos los navegantes del grupo de cabeza, entre ellos Charlie Dalin (MACIF Santé Prévoyance) y Sébastien Simon (Groupe Dubreuil), que han esperado más que sus rivales para cambiar de trayectoria, se dirigen hacia el norte para alejarse lo más posible del centro del potente sistema de bajas presiones que mantiene un viento potencialmente peligroso de 50-60 nudos y con olas de hasta diez metros de altura es decir, mares de muy gruesa a arbolada, aun sabiendo que, en cualquier caso, van a sufrir una super chocolatera durante las próximas 48 horas. Ambos patrones, están obrando en cordura, reposicionándose progresivamente hacia el norte, alejándose de la trayectoria
La gran traca de bajas presiones, que a partir de mañana les meterá caña por babor y estribor, proa y popa,amuras y aletas e incluso pondrá a prueba la resistencia de sus empastes dentales, lleva 48 horas obligándoles a revisar sus planes de ruta para llegar a cabo Leeuwin. La razón,... sigue profundizando a medida que se acerca a ellos, les está obligando a tomar algunas precauciones, en particular bordeando su centro para evitar lo peor de él, cauta estrategia y sin duda clarividente.
Yoann Richomme (PAPREC ARKÉA) optó anoche por la prudencia y viró bruscamente hacia el norte en unas condiciones de ceñida modestas para reposicionarse 185 millas al norte de la ruta tomada por el dúo de cabeza. Es probable que Richomme vuelva a virar a babor y asuma la derrota tomada por el cuarto clasificado, Thomas Ruyant (VULNERABLE). Con una dorsal de alta presión al oeste, hay muchas posibilidades de que Richomme y Ruyant pierdan más millas con respecto a sus perseguidores, pero su prudente planteamiento les da muchas posibilidades de mantener sus barcos y a sí mismos en condiciones óptimas mientras navegan unas 500 millas al oeste de las islas Kerguelen.
Simon, que se encuentra a sólo 12 millas del líder Dalin, explicó su situación: "La ruta se detiene. Tendremos que ser muy cuidadosos y cautos con el barco. Dejar que pase lo peor de la tormenta con la esperanza de que la superemos sin contratiempos y de que todo vaya bien".
El patrón de Les Sables d'Olonne añadió: "Estoy un poco aprensivo. Vamos a estar apretando el culo durante 48 horas. Ya he visto 67 nudos durante la Ocean Race de 2023. Sé que no es nada agradable, pero no hay escapatoria. No va a ser fácil para nadie. Vamos a sufrir".
El grueso del pelotón, navega a buena velocidad con un viento que se reforzará de aquí al jueves. Para ellos, las condiciones de viento deberían seguir siendo mucho más manejables que para los líderes, aunque las corrientes de las Agujas podrían dificultar las cosas en torno al Cabo de Buena Esperanza. Algunos de ellos, como Manu Cousin, que no puede más que alegrarse tras su percance de anteayer con un ofni, deberían incluso conseguir pasar las gotas de esta primera "patata" meridional. "En realidad, mi ruta me sitúa detrás de esta gran 'depre', lo que está bastante bien. Eso me da un poco de tiempo para recuperarme del choque psicológico que he sufrido. Realmente pensé que mi carrera iba a terminar allí. Estaba realmente asustado. Me alegro de no haber ido a la caja de cartón justo después de eso", finalizó el patrón del Coup de Pouce, que es muy consciente de que, pase lo que pase, la navegación en el Océano Antártico está destinada a implicar alguna legendaria violencia climática en un momento u otro.
En 17ª posición, Pip Hare debería cruzar la longitud de Buena Esperanza a primera hora de esta tarde en el Medallia. Han sido 24 horas muy duras para ella tras un fallo del sistema eléctrico que acciona el motor del sistema de inclinación de su quilla.Tras un trabajo de reconstrucción de relés, en medio de fuertes vientos y con el Medallia surfeando y dando bandazos por todas partes, se rompió un cabo del enrollador. Entre el aleteo de las velas desplegadas, sufrió daños en su FR0 y en su Quad (gennaker de mástil). Según los últimos informes, Hare ha reparado el desgarro de su FR0, pero tendrá que esperar a otra ventana meteo para colocar el gennaker de tope de mástil en cubierta y arreglarlo. Nadie puede pensar en la falta de dureza de una Vendée