Aventuras y desventuras de navegantes solitarios
Charlie Dalin superó esta mañana la simbólica marca de mitad de recorrido. Está en el Pacífico y, matemáticamente, de camino a casa. Ha pasado el ecuador del recorrido, tras completar el 50% de la distancia teórica de las 23 890 millas de la ruta justo antes del mediodía de hoy. Se mostró aliviado y satisfecho, sobre todo por estar en el Pacífico, que parece que será más amable con él y con los que le siguen que el Océano Índico.Sus dos compañeros perseguidores, Sébastien Simon 2ºy Yoann Richomme 3º navegan en aguas del Pacífico, buen tiempo con un sol reconfortante.
Dalin sonrió en la oscuridad de la noche de Australasia: "Todo va bien aquí en el océano Pacífico, muy contento de estar en éste. Esta noche es muy, muy inestable, como una depresión helada. Tenemos chubascos de granizo y chubascos de 40 nudos y viento muy inestable que está cambiando mucho de dirección. Así que no será una noche fácil. Por delante parece un tramo bastante agradable durante un rato. Viento en popa de medio a no muy fuerte, bastante a estribor por lo que parece. Luego puede que haya una tormenta justo antes de Nemo Point, pero hasta entonces tengo seis días de condiciones no demasiado fuertes, lo que es una buena introducción al Pacífico, pero puede que dentro de una semana haya una baja presión más fuerte"
Más atrás, desde Thomas Ruyant 4º hasta Clarisse Crémer 13ª, se reagruparán y empiezan a sacar de su tambucho fuertes dosis de paciencia. Y no es para menos ante la cresta de altas presiones que bloquea su camino. Para el resto del pelotón, las condiciones más virulentas afectan a Damien Seguin 17º y estarán a la orden del día durante la noche para el farolillo rojo, Szabolcs Weöres a punto de entrar en el Índico.
Los solitarios de la Vendée Globe son conocedores de lo que un día aparece como lidiar con los caprichos del tiempo, otro, los caprichos de la mecánica, sin duda con la fatiga y como martillo pilón lo que hacen los otros competidores, aceptar que cercanos se escapen, se inventes una mejor táctica y te muestren su popa. Esto es el pan nuestro de cada día, como prueba tenemos a los tres en cabeza, Dalin, Séb Simon y Richomme amplian la brecha una y otra vez para desesperación a partir del 4º clasificado. No digo más tras conocer el nuevo escenario que se les presenta por la proa. Contabilizan no sin mucho enfado por que el tiempo meteo no sea tan favorable. En sus cartas meteorológicas una gran mancha sin viento, que les bloquea el paso. Les toca una dorsal de altas presiones, que provoca un reagrupamiento general. Thomas Ruyant, 4º es el primero en sufrir, seguido de todos los que le persiguen, hasta Clarisse Cremer 13ª
La táctica a emplear para escapar de la zona está complicada. Hacia el Sur es donde se extiende la dorsal. Si te vas al Norte penalizarás al tener que volver a cruzarla... Tienen todo el fin de semana para desesperarte e intentar acertar.
Según Basile Rochut, asesor meteorológico de la regata, «el “grueso” de la dorsal de altas presiones debería estar ahí del sábado al domingo y todos irán muy ralentizados». A Sam Goodchild 7º, Yannick Bestaven 8º, Paul Meilhat 9º deberían unirse Boris Herrmann 10º), Justine Mettraux 11ª, Samantha Davies 12ªy Clarisse Cremer 13ª.
La buena noticia para que el amargue no sea total es que detrás de ellos se está formando una baja que traerá poco a poco fuertes vientos, ideales para volver a la pomada con el trío de cabeza. «Va a ser como una goma elástica... Va a ser una batalla», promete Basile Rochut. «El viento del N'ly que deberíamos coger nos impulsará casi hasta un buen tercio del Pacífico, lo que podría darnos una buena velocidad», coincide Nicolas Lunven.
Y como la naturaleza hace bien las cosas, esta baja, que volverá a profundizarse, es la que ha barrido la retaguardia de la flota desde el comienzo de la semana. Después de haber afectado al grupo liderado por Jean Le Cam 18º, Isabelle Joschke 19º y Alan Roura 20º, está alcanzando a Damien Seguin 17º con un estado de mar importante (7 a 8 metros) y condiciones dantescas que le han impedido responder a las llamadas esta mañana.
Detrás de ellos, todos han capeado el paso de esta baja y hacen lo posible por superar problemas. Guirec Soudée 30º se acerca al Kerguelens para subir al mástil tras su problema con el J2 y la driza. «Está intentando resguardarse lo máximo posible del viento y del mar, por lo que podría dirigirse hacia el lado noreste de la isla», explica la Dirección de Regata. Louis Duc 24º, por su parte, espera una tregua para reparar una vela que está «en reparación». «Hemos tenido bastantes intercambios con Guirec (Soudée) y esta mañana también he hablado con Tanguy 21º. Todos hemos tenido nuestras pequeñas preocupaciones en los últimos días, por eso intento no ir demasiado rápido para tratar de preservar el equipo».
Por su parte, Antoine Cornic 32º que sólo tiene una vela de proa y está lidiando con la rotura del carril de la mayor, sigue avanzando hacia las islas de Saint-Paul y Amsterdam. Por detrás, Oliver Heer 31º y Kojiro Shiraishi 33º se enfrentarán a un sistema secundario de bajas presiones de aquí al final del fin de semana.
Así que el tiempo, demasiado tranquilo o demasiado violento, no perdona a nadie. Incluso el farolillo rojo, Szabolcs Weöres (New Europe, 38º), lo está comprobando en el Atlántico Sur. A partir de esta noche, el viento se reforzará y el mar se agitará un poco a su paso, impulsándole hacia el océano Índico, donde todos sus rivales están en movimiento.