La edición 76ª de la Rolex Sydney Hobart en ruta a Hobart
Sídney, 26 de diciembre de 2021– Después de un año sin regata, el inicio de la edición 76ª de la Rolex Sydney Hobart fue una salida espectacular. El viento del sur establecido impulsó a la flota de 88 unidades fuera del puerto de Sydney para iniciar un recorrido de 628 millas hacia el sur hasta Hobart, Tasmania.
El SHK Scallywag 100 de 30,5 metros (100 pies) salió en cabeza, para ser superado por el LawConnect traspasada la línea. Se pronostica que el viento y el estado del mar aumentarán durante las próximas 24 horas, y se prevé que todos los competidores tendrán un viaje difícil.
Los partes meteorológicos de la actual edición hablan de una regata más bien lenta por los vientos que se van a encontrar los regatistas. Lo que parece inevitable es que habrá tormentas. El rango de tiempos para llegar a Hobart es enorme. Se espera que algunos participantes lo hagan... el año que viene. En efecto, es posible y muy normal que el 1 de enero haya embarcaciones llegando a la línea de meta. Y si emblemáticas son las imágenes de la salida, igualmente reconocibles son los fuegos artificiales de Hobart cuando los barcos están llegando en plena celebración del Año Nuevo. Con unas condiciones favorables, como las que se dieron en 2017, hay veleros que han volado. El récord de la prueba lo tiene el LDV Comanche con un tiempo de un día, nueve horas, 15 minutos y 24 segundos. Asombroso.
Durante la próxima semana, los veleros que forman la flota navegarán en unas condiciones duras, especialmente peligrosas en el Estrecho de Bass. Una de las frases que mejor resume el espíritu de la prueba la dijo un pescador anónimo, en el documental que National Geographic dedicó a la tragedia del 98: "Todos los regatistas que conozco de la Sidney-Hobart tienen más pelotas que cerebro".
Tragedia en la tormenta perfecta
La historia de la Sidney-Hobart está marcada por la edición de 1998, donde un parte meteorológico devastador y de una toma de decisiones erróneas e irresponsables en algunos casos. arrojó un saldo terrible: seis regatistas muertos, 55 tripulantes rescatados y prácticamente media flota fuera de combate.
De los 115 barcos que tomaron la salida, sólo 44 llegaron a Hobart. El día 26 pintaba soleado y con vientos cálidos en Sidney, aunque los meteorólogos ya anunciaban que por delante se estaba formando un frente. Con todo, las previsiones decían que estaría relativamente lejos del grueso de la flota. Al día siguiente, en el Estrecho de Bass, los primeros barcos son recibidos con olas de hasta 20 metros y vientos con rachas de 90 nudos (166 km/h). La flota, distribuida en un área de 30 millas, va siendo engullida por la tormenta. 25 medios aéreos entre aviones y helicópteros, una fragata, media docena de barcos y mil personas se despliegan en el mayor operativo de la historia de la vela oceánica. Hay barcos destrozados, cuya tripulación aguanta en balsas o agarrados a cualquier elemento flotante. En la investigación posterior se comprobó que desde la Oficina Meteorológica Australiana intentaron contactar con la oficina de regatas para informar de los cambios de tiempo pero... no había nadie trabajando. Las demandas se sucedieron durante años tras una tragedia que cambió los estándares de seguridad en el mundo de la vela.
Celebrada por primera vez en 1945, la Rolex Sydney Hobart Yacht Race es una competición legendaria. Rolex se ha asociado al evento, organizado por el Cruising Yacht Club de Australia en conjunto con el Royal Yacht Club de Tasmania, desde 2002 y la regata anual es el núcleo de la asociación de seis décadas de Swiss Watchmaker con el deporte de la navegación. .