Arranca en Lanzarote la PANERAI TRANSAT CLASSIQUE 2015

Pese a la longitud del recorrido, casi 3.000 millas náuticas, las embarcaciones que disputan la Panerai Transat Classique 2015 hicieron que cruzar la línea en cuanto se dio el pistoletazo de salida fuese una
cuestión de honor. A las 14:11 GMT (las 10:11 en La Martinica) del 7 de enero, con 15 nudos de viento y un sol radiante, el Adventuress cruzó la línea cerca de la embarcación del Comité mientras el Corto y el Argyll peleaban en el otro extremo.
El Vagabundo II probó suerte en el centro virando por babor, pero tuvo que rendirse ante el Corto. En cuanto al Gweneven, decidió ceñirse a la costa. Los pesos pesados, como los Altair, Amazon, The Blue
Peter y Faïaoahé, parecieron contentarse con permanecer en un segundo plano por el momento, probablemente confiados en que su fuerza marcaría la diferencia, mientras que el Desiderata se quedaba
algo rezagado.
Sin embargo, la delantera hacia la boya de “offset” la tomaron las pequeñas embarcaciones, con una capacidad de maniobra superior que les permitió aventajar a sus contrincantes más imponentes. Los Corto,
Gweneven y Argyll doblaron la boya justo delante del Amazon y largaron sus kites en un instante. A la derecha y separadas del pelotón, las grandes goletas diseñadas por William Fife se enzarzaron en un duelo
en el que el Altair se rindió gradualmente ante el Adventuress. Un momento memorable.

El Argyll gana el Trofeo Lanzarote
La carrera hacia la boya, que determinaría el ganador del Trofeo Lanzarote, permitió al Altair recuperarse y, gracias a la fuerza de su inmenso plano vélico (365 metros cuadrados por el través), adelantó rápidamente al Faïaoahé, Gweneven y el The Blue Peter. Fue un esfuerzo espléndido, pero no lo suficiente como para compensar el tiempo perdido y, tras una magnífica batalla, el Argyll se alzó con el Trofeo Lanzarote.
Trofeo Lanzarote:
1ºArgyll
2º Corto
3º Amazon
4º Altair
5º Faïaoahé
6º Gweneven
7º The
Blue Peter
8º VagabundoII
9º Adventuress
10º Desiderata

Los comentarios de los regatistas
Víctor Janouich, Adventuress
“Durante la restauración, hicimos todo lo posible para que la embarcación recuperase su estado original. En 1924, el Adventuress fue uno de los primeros intentos de William Fife III de utilizar un aparejo Marconi, pero optamos por transformarlo en cangreja. Estoy seguro de que a William no le habría importado. Me siento muy feliz de poder ofrecer a estos jóvenes algo con lo que, a su edad, yo solo podía soñar.
Formamos un buen equipo y todo el mundo muestra entusiasmo y ganas de aprender. Queríamos llevarlo a cabo de la manera tradicional y, poco a poco, lo estamos consiguiendo. Por supuesto, disponemos de
electrónica a bordo, algunos instrumentos de navegación, pero trataré también de trazar la ruta con cartas y un sextante, como han hecho los marineros durante siglos. La navegación a vela es un verdadero oficio, tanto si se trata de atar un nudo como de tomar una posición. He trabajado como agente de bolsa en un entorno despiadado en el que solo sobreviven los más aptos, pero ahora disfruto de los deportes en equipo y mi reto actual es liderar a este grupo de jóvenes voluntarios a través del Atlántico. Y esto es solo el comienzo de nuestra aventura”.

Suzan y Adrian McLachlan, Desiderata
“Somos una pareja joven de jubilados y dejamos Londres para establecer nuestra residencia en Mallorca, en las islas Baleares. Cuando oímos hablar por primera de la Panerai Transat Classique, nos dijimos “¿Por qué no?” Ya conocíamos a Julia y Stuart, los propietarios del Desiderata. Estamos impacientes por lanzarnos al océano. Hemos navegado durante años, pero solo en trayectos cortos. Para nosotros,
representa una novedad. Sabemos que, cuando termine la regata, tendremos algunos recuerdos realmente
inolvidables. Además, estas embarcaciones clásicas tienen un “no sé qué” del que carecen las más modernas. Estamos a punto de descubrir en qué consiste una guardia nocturna, aunque no compartiremos la misma. Disponemos de un súper equipo de tres mujeres y cuatro hombres”.

Stephane Benfield, Altair
“Todos nos sentimos muy emocionados. Estamos motivados y contamos con un buen equipo que tiene una gran actitud y el ambiente es estupendo. Las hijas del patrón acompañan a bordo a su padre y todos
muestran un increíble entusiasmo y motivación. Ya le hemos sacado al Altair una velocidad máxima de 16 nudos, pero trataremos de mantener el esfuerzo y de batir nuestro récord de 260 millas en 24 horas [Ed:
una media de 10,9 nudos] y, quién sabe, tal vez recorramos hasta 1.000 millas en los primeros cuatro días.
Las condiciones meteorológicas están a nuestro favor, por lo que haremos todo lo posible para aprovechar la oportunidad”.

Remy Germ, Faïaoahé
“Las condiciones en los primeros días de la regata son movidas, con 20 a 25 nudos de viento y rachas de 35, de NNE a NE para los que naveguen por el sur. Y para los que se sientan tentados de seguir la
ortodrómica y pasar por el norte de algunas islas, si no de todas, pueden esperar en las dos próximas noches rachas de hasta 50 nudos cuando el viento sople a través de las islas, aún en el NE, con mar
gruesa (en el NE con olas de hasta 7 m, cruzadas con un oleaje menor procedente del NO: lo suficiente para recuperar vitalidad tras los excesos de las fiestas navideñas). En cualquier caso, el anticiclón está bien asentado y es bastante probable que tengamos viento fresco durante la primera semana de la regata.
En cuanto a la situación a bordo del Faïaoahé, la tripulación se incorporó el domingo por la noche y todo el mundo está tratando de encontrar su lugar. Terminamos de realizar el avituallamiento, de la manera más eficiente. El catering a bordo deberá estar a la altura de lo que anunciamos hace un par de noches cuando nos presentamos a la tripulación en la cubierta principal: “No venimos de regata, venimos para disfrutar de un crucero gastronómico”. Un problema pendiente de solucionar es dónde guardar el jamón curado que Margot me ayudó a comprar. Y, por supuesto, encontrar el cuchillo adecuado para cortarlo como se merece”.