Ventolinas, chubascos.... incertidumbre. La meteorología protagonista de la travesía del mar de Alborán

A las 14:30, el Estrella Damm se encontraba unas seis millas al sur de El Ejido, en la costa de Almería, ciñendo con unos escasos siete nudos de viento y planteándose el dilema de virar hacia mar. Alex Pella, Pepe Ribes y Stan Schreyer habían avanzado durante la última hora a un descorazonador promedio de tres nudos, viendo como detrás de ellos, más en el centro del mar de Alborán, el W Hotels había logrado un promedio algo superior a los siete nudos y se situaba a unas 60 millas de distancia.

Los barcos del récord Nueva York - Barcelona están inmersos en las peores condiciones de incertidumbre meteorológica que el Mediterráneo puede ofrecer durante el mes de abril: poquísimo viento isobárico y condiciones de poca insolación y, por consiguiente, bajo gradiente térmico, lo que dificulta notablemente la generación de brisas costeras.

En situaciones como ésta cada decisión implica altas dosis de incertidumbre ¿Quedarse cerca de la costa o arrumbar mar adentro? ¿Fiarse de los partes o seguir la intuición? La situación que describía Alex Pella desde el Estrella Damm, ilustra bien esta circunstancia: “Estamos medio parados justo antes de Almería, muy cerca de tierra. A veces avanzamos a cuatro nudos, pero enseguida volvemos a bajar. Es una lástima que el ritmo tan bueno que hemos llevado en el Atlántico baje ahora tanto”.

Pero al enfado del líder al constatar como su promedio va cayendo se le suma una preocupación mayor: ver como su perseguidor tiene algo más de viento que él y amenaza con seguir recortando millas: “Ellos vienen muy rápido por detrás; pero por ahora no podemos hacer nada: ellos tienen viento y nosotros no - declaraba categóricamente Alex Pella -. Pero el Mediterráneo es así; es un viejo conocido para nosotros”.

Pachi Rivero, concentrado en efecto en la caza del Estrella Damm, batallaba en aquél momento con un chubasco y varias pequeñas trombas de agua que tenían a proa. “Es una situación incierta - comenta el copatrón del W Hotels -. Pasamos Gibraltar haciendo algunos bordos chinos, aquellos que te desmoralizan, ya que ves que después de trabajar a tope la maniobra no has avanzado casi nada, y ahora estamos en medio de un chubasco y Toño ha visto varios tornados.. vamos a virar a ver si cogemos un poco más de viento”.

La batalla entre ambos equipos tiene una connotación interesante. En el Estrella Damm, los dos españoles son de origen mediterráneo - Alex de Barcelona, Pepe de Calpe -; mientras que los del W Hotels proceden del Cantábrico - Pachi y Toño son santanderinos -, lo que puede dar lugar a pensar que los primeros “juegan en casa” a la hora de establecer las tácticas. Pero un análisis más atento desmonta esta hipótesis: la formación de los cuatro como regatistas se ha gestado tanto en el Mediterráneo como en el océano y, por otra parte, Pachi (que vive desde hace tiempo en Mallorca) y Toño llevan tantas o más millas de navegación en regata costera y de altura en el Mare Nostrum como sus compañeros del Estrella Damm.

De lo que no cabe la menor duda es que las conclusiones de las opciones tácticas que se decidan durante los dos próximos días - y que vamos a poder seguir muy de cerca - van a ser de gran interés para los que habitualmente naveguen por estas complicadas aguas del sur y el levante español.

Con esta situación, es pronto pues para hacer conjeturas sobre la llegada a Barcelona. Todo depende de las condiciones que se desarrollen al norte del cabo de Gata y, sobre todo, después del cabo de Nao. “Nos movemos en un intervalo de tiempo que abarca desde el martes hasta el mismo viernes - comentaba esta mañana Jaime Arbones, jefe de equipo del W Hotels -, es pronto para ajustar un pronóstico”.