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Tres orcas atacan y rompen el timón a un barco de vela que se dirigía a Baiona

Tres orcas atacan y rompen el timón a un barco de vela que se dirigía a Baiona

Tripulantes del "Mirfak", barco de la Armada que se dirigía a la regata Príncipe de Asturias, graban el ataque de un grupo de orcas cuando navegaban por las Rías Baixas

Domingo, 30 de agosto de 2020, a las 18:30 horas a dos millas al oeste de los bajos de Corrubedo, entre las rías de Muros y de Arousa. El «Mirfak», embarcación de la Armada que sirve como escuela para los cadetes, navegaba en dirección sur para llegar cuanto antes al Monte Real Club de Yates de Baiona, donde este viernes comienza una nueva edición de la regata Príncipe de Asturias.

Los seis tripulantes, cinco de ellos gallegos y uno navarro, habían partido de Ferrol para realizar la travesía durante el domingo y amarrar en el puerto baionés. «Es que no las vimos ni llegar, vinieron a por nosotros», asegura Cándido. La primera reacción de todos ellos, tal y como quedó grabado en el vídeo que circula de forma viral, es de sorpresa ante la presencia de las orcas, pero a los pocos segundos el patrón ya advierte de que les están golpeando.

«Íbamos a unos 9 nudos, podía haber unos 16 nudos de viento, cuando las vimos llegar por la popa y nos pusimos a quitar fotos, una de ellas por babor y otras dos debajo del casco, en la popa», explica el tripulante. Tras las bromas, el marinero que va a la rueda del barco señala que están chocando contra su timón e incluso se percibe en el vídeo un golpe de mayor intensidad que a punto está de hacer caer al patrón.

De repente, un trozo de más de medio metro del timón sale flotando y los animales se olvidan definitivamente del barco para quedarse mordiendo ese pedazo en la superficie. «En cuanto salió flotando se olvidaron de nosotros y no las volvimos a ver», apunta.

Por fortuna para ellos el tamaño del barco les permitió seguir a flote y no sufrir ninguna vía de agua. El timón, a pesar de estar seriamente tocado, respondió bien y pudieron llegar de arribada a la Escuela Naval de Marín, donde ahora intentan una reparación de urgencia para llegar a tiempo a la prueba que empieza el viernes.

El patrón habitual, Diego López, no viajaba en ese momento en el barco y seguía la ruta desde tierra cuando le avisaron. «No les creí, por supuesto, me imaginé que habían tocado en algún bajo», bromea. Diego señala que si se tratase de una embarcación más pequeña podían haberla volcado con facilidad.