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Me gustan estrechos, largos y con poca tripulación

 Me gustan estrechos, largos y con poca tripulación

El 62 pies “Francis Lee” tiene una popa que podría confundirse con la proa. Casco de madera de cedro lamina, construido en Northwest School of Wooden Boatbuilding (Hadlock, Washington).

“Francis Lee”, simplemente es rápido. A nadie se la pasaría por la cabeza construirse un nuevo velero de 18 metros de eslora y 4 metros de manga, más bien son medidas de una embarcación con muchos años, o algo muy especial.

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Con la idea de tener un velero especial se diseño el “Francis Lee”, que no se sabe si uno está en proa o en popa si no fuese por hay una vela triangular. El arquitecto naval Robert H. Perry ha plasmado sobre el papel la idea del armador estadounidense Kim, ambos son enamorados de lo “narrow boats” (barcos estrechos), pero con un toque especial denominado “old man’s day sailer”; lo que podríamos denominar (en traducción salvaje) un velero de día para la tercera edad.

No es la primera vez que alguien comenta: me gustaría tener un velero mezcla de clásico con moderno y con poca tripulación. Esto lo suelen decir mucho los armadores de veleros de regata que ya están bastante aburridos de los líos de tripulaciones, etc. Así podemos ver nuevos veleros de serie tipo “Veleros Espíritu Clásico”, desde 7 metros de eslora más de 30 metros, buscando la fusión del mar, el viento y la naturaleza.

Robert Perry, junto a los ingenieros Ivan Erdevicki y Tim Nolan, desarrollaron todo el diseño del nuevo “Francis Lee”, donde debería de primar la simplicidad en todo el velero; poca maniobra en cubierta, fácil de manejar, un interior espartano y rápido.

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Han utilizado una combinación de materiales para la construcción del “Francis Lee”. Para el casco listones de madera de cedro, que después fue laminado por las dos caras. En la cubierta se utilizo material compuesto (composite) sobre un molde hembra. Y todos los paneles interiores, cuadernas etc., con paneles de composite cortados por control numérico CNC. Logrando un “huevo” consistente y ligero, su desplazamiento es de 8.036 kilogramos.

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En los interiores poco que decir, no ha salido tan espartano como pretendía su armador puesto que el diseñador Robert Perry le convenció de un mínimo de habitabilidad, en la cámara principal una cocina, fregadero, mesa y unos bancos corridos. En la parte central baño con wc. Y a proa un camarote amplio con una buena cama. No está mal poder ocupar menos de la eslora total para tener un poco de espacio vital en su interior.

La construcción del “Francis Lee” se realizo en la escuela de carpintería de ribera Northwest School of Wooden Boatbuilding (Hadlock, Washington). Un lugar donde unos doce meses se puede hacer un curso completo de aprendizaje, y en el que también se realizan trabajos de mayor dimensión con este nuevo velero. Una escuela donde tienen cabida veteranos carpinteros de ribera, estudiantes que quieren conocer otras especialidades, personas retiradas, minusválidos o estudiantes extranjeros.

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Finalmente, puesto en el agua, han logrado que el “Francis Lee” navegue con una gran estabilidad de dirección, muy rápido, y estructuralmente rígido.

Salvando las distancias, una buena propuesta sería partiendo de un Puma 34 del 78. Hacerle un buen remozado y seguro que podremos conseguir tener un precioso “old man’s day sailer”.

c) Dury Alonso