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La seguridad es lo primero. Sobre la seguridad en las escuelas de vela

La seguridad  es lo primero. Sobre la seguridad en las escuelas de vela

“The Safety First” es lo que se lee en los puentes de los mercantes, y lo que en muchos lugares relacionados con la enseñanza de la vela no se practica, al menos en Cantabria

Este lema, que debía de ser el principal y el más importante de una escuela de vela (y de cualquier sitio), por desgracia, día tras día, vemos como esto no es así, sino que de una manera irresponsable este principio es vulnerado en lo que se refiere a la seguridad de los que empiezan a practicar este deporte.
Solo hace falta fijarse en el número de personas que muchas veces están embarcadas en los barcos colectivos que se usan para la enseñanza de la vela, en los que, en muchas ocasiones, el número de tripulantes supera con creces el permitido por la normativa.
Cuando con estas prácticas se incumple con las normas de seguridad, jugando además con la de los más vulnerables, y dejando sin efecto la póliza del seguro, uno se queda desconcertado. Desgraciadamente esto sucede un día sí y otro también en la enseñanza de nuestro deporte.
Cuando uno se pasea por los muelles y contempla como en los barcos colectivos que se dedican a la enseñanza de la vela van cargados con mas personas de las permitidas, los que se embarcan sin tener ningún conocimiento de las mas mininas reglas de seguridad que afectan al medio hostil en el que se encuentran, no puede comprender como los responsables son capaces de permitir que esto ocurra, consintiendo que los alumnos, en la mayoría de los casos niños que no superan los 9 o 10 años, se embarquen en esas condiciones, con las que se les ponen en un riesgo innecesario sobrecargando las embarcaciones por encima de las personas que pueden embarcar.
Tampoco se comprende cómo, al menos en Santander, estas embarcaciones colectivas navegan sin ningún criterio previsto, haciéndolo al del monitor que maneja la embarcación, en donde la mayoría de las veces, cada embarcación sigue un rumbo distinto, pero sobre todo, lo que más sorprende es que ninguna embarcación auxiliar convoye a estos barcos escuela, los que no están exentos de poder sufrir un percance en cualquier momento de su navegación, con lo que el que el riesgo, y sus efectos, pueden ser mucho más importantes al no poder contar con el auxilio de una embarcación motorizada que cubra cualquier percance.
Hemos visto barcos colectivos en los que el monitor abandona el timón, llevando a niños que no saben gobernar, y se coloca en la proa con todos los alumnos, con el peligro que para todo esto puede suponer.
En fin, desde luego la máxima fundamental de que la seguridad es lo primero, en muchas escuelas no se cumple, hasta ahora los accidentes no han sido graves, eso si, han dado buenos sustos, pero se han tapado; desgraciadamente llegará un día que esto no sea así, y entonces será el llanto y el crujir de dientes, provocado por la irresponsabilidad de los que tenían que ser los primeros en hacer cumplir la máxima, como lo más importante de la enseñanza de este deporte, “The Safety First”, o, “La Seguridad es lo Primero” .
J.F.M.J.O.