Brillante y emotiva celebración del 50 Aniversario de la Real Federación Española de Piragüismo.
Piragüistas de todas las épocas, las diez medallas olímpicas, entrenadores, árbitros, directivos, trabajadores de la federación de ayer y de hoy, autoridades, patrocinadores y amigos, se reencontraron en un ambiente de máxima cordialidad en una Gala que resultó inolvidable.
Con el entusiasmo de más de quinientos invitados se ha celebrado esta Gala Nacional en la que se ha dado un repaso a la historia del piragüismo nacional desde el momento de su fundación, aquel 3 de diciembre de 1959, de la mano de Hernando Calleja, cuyo hijo Javier, acompañado de su madre María Luisa Kempin y viuda de nuestro primer presidente, se llevó la primera muestra de cariño del abarrotado auditórium del Hotel Meliá Castilla.
Matías Prats dio paso, a través de la pantalla, a unas históricas imágenes del NODO, noticiero documental de la época, concretamente de principio de los años sesenta, en las que su padre, "de la manera personal e intransferible que tenía para relatar los acontecimientos D. Matías", pasaba a comentar las hazañas de los piragüistas por los rabiones del Sella, del Asón y del Ebro.
Volvió el hijo a la pantalla para dar paso al tercer Prats de la saga quien con una maestría y simpatía especial llenó el escenario dirigiendo a partir de ese momento toda la Gala, reforzando esos vínculos que tradicionalmente mantiene el piragüismo con los Matías Prats.
Para entonces ya Manuel Fonseca, director y pieza clave de esta Gala Aniversario del piragüismo español había dado la bienvenida a todos los asistentes adelantando que se pretendía dar un repaso a estos últimos cincuenta años prometiendo subsanar errores de cara la Centenario.
Intervino entonces Juan José Román Mangas, presidente de la Real Federación Española de Piragüismo que hizo una breve semblanza de un piragüismo que repasaría su historia en el desarrollo del acontecimiento que se había montado para esta ocasión.
De la década de los sesenta fueron testigos directos Joaquín Larroya, Salvador García, Rafael Pineda, Antonio Gómez Vidal, Carmen Adell, Pepita Rubio, Javier Calleja Kempin y Fernando Climent que, como presidente de la Federación Española de Remo, testimoniaba una época en la que nuestro deporte, sin federación propia, convivió con botes y traineras.
Todos ellos fueron los encargados de entregar los primeros premios de la noche, concretamente a los vencedores de la Liga Hernando Calleja, que en esta edición se ha adjudicado el Club Escuela Piragüismo de Aranjuez seguido del Club As Torres Romería Vikinga de Catoira y del Club Breogan de O´Grove; también entregaron los trofeos al Club Atlético San Sebastián, vencedor de la Liga Nacional de Aguas Bravas, al segundo clasificado, el Club Sociedad Deportiva Santiagotarrak y al tercer puesto que ocupó la Escuela Municipal de Piragüismo de Calasparra.
Finalizaba esta primera entrega con el trofeo entregado al Club Vallehermoso Retiro como vencedor de la Liga Nacional de Kayak Polo y a la Asociación Deportiva Scooter Club que ganó la Liga de Veteranos 2009.
Antes de dar entrada a las imágenes de la década de los setenta, el presidente de la Federación Española de Remo, D. Fernando Climent hizo entrega de un recuerdo conmemorativo a la Real Federación Española de Piragüismo que recogió nuestro presidente Juan José Román Mangas.
Los mitos de esa década que subieron al escenario fueron Herminio Menéndez, José María Esteban Celorrio, José Ramón López Díaz- Flor, Luis Gregorio Ramos Misioné, Manuel Craviotto, Eduardo Herrero y Manuel Fonseca, que en esa década tomó el relevo en la presidencia de la federación a Hernando Calleja.
Estas destacadas personalidades de nuestro deporte fueron los encargados de entregar los premios a los vencedores de las Copas de España en cada especialidad, que fueron: el Club Kayak Tudense, en la de pista; el Club Escuela Piragüismo de Aranjuez, en las de Descensos, Ascensos, Travesías y Maratón y Copa de España de Promoción; el Club Cadi Canoa Kayak, en la de Slalom; el Club Piragüismo Sal-Ter, en la de Estilo Libre; el Club Sociedad Deportiva Santiagotarrak, en la Copa de España de Descenso de Aguas Bravas y en la de Promoción de Slalom y el Real Club Náutico Palma Obra Social La Caixa, en la de Kayak de Mar.
Se inició la época de los ochenta con imágenes espectaculares, entre otras de la Copa del Mundo de Descenso de Aguas Bravas y de Slalom, así como de los Juegos Olímpicos de Moscú y de Los Ángeles, y subieron al escenario protagonistas de aquellas hazañas de la talla de Narciso Suárez, Enrique Miguez, Guillermo del Riego, Ramón Ganyet y José Perurena que iniciaba su trayectoria como presidente a mediados de esa década.
Todos ellos fueron los encargados de entregar el Premio Nacional al mejor árbitro, adjudicado a Mª Jesús Llevot Sánchez, el Premio Nacional al Mejor entrenador que fue para Xabier Etxaniz Peña, el Premio Nacional al Mejor Medio de Comunicación, Trofeo de Aguas Vivas, adjudicado a Francisco González, director y presentador deportivo de la Cadena Ser. Concluía esta primera entrega de Premios Nacionales con el reconocimiento a cuatro de nuestros grandes patrocinadores: el FROM, cuyo premio recogió su Secretaría General, Dª. Mª. Isabel Hernández Encinas; la Diputación de Pontevedra, cuyo trofeo recogió el diputado D. José Enrique Sotelo; la Sociedad Anónima de Xestión do Plan Xacobeo, y Madrid 2016, en cuya representación acudió a esta Gala su Consejera Delegada, Dª. Mercedes Coghen.
Antes de dar paso a la década de los noventa tomó la palabra D. José Perurena López en su calidad de presidente de la Federación Internacional de Canoa, quien reconoció haber revivido una buena parte de su historia en el piragüismo, como deportista y directivo, a través de las imágenes que hasta ahora se habían visto.
Se rememoraron otros hechos históricos de los años noventa, con más imágenes de momentos y vencedores, invitándose al escenario a alguno de aquellos protagonistas, en esta ocasión lo fueron Belén Sánchez, Juan Manuel Sánchez y el Presidente del Comité Olímpico Español, D. Alejandro Blanco.
Ellos fueron los encargados de dar el Premio Nacional a la mejor promesa masculina junior, adjudicado a Francisco Cubelos Sánchez; a la mejor promesa femenina junior que compartieron María Corvera Muñoz y Mª Isabel Martín Pacheco; el Premio Nacional a la mejor promesa masculina sub-23, que fue Ander Elosegi y el premio a la mejor promesa femenina sub-23 que se llevó Laura Pedruelo Toribio.
El presidente del Comité Olímpico Español fue el encargado esta vez de dirigir unas palabras a los asistentes derrochando cariño hacia todo el piragüismo nacional y haciendo entrega de una placa conmemorativa que recogió D. Juan José Román.
La última década del piragüismo nacional tenía espléndidas imágenes de los grandes éxitos que en los últimos años ha alcanzado nuestro deporte, muchas y muy condensadas continuaron haciendo las delicias de todos los participantes en esta Gala, a la hora de citarse a sus más destacados protagonistas se invitó también a subir al escenario a todos los medallistas olímpicos de estos 50 años completándose un elenco histórico y difícilmente repetible: Herminio Menéndez, Luis Gregorio Ramos Misioné, José María Esteban Celorrio, José Ramón López Díaz- Flor, Guillermo del Riego, Narciso Suárez, Enrique Miguez, David Cal, Carlos Pérez Rial y Saúl Craviotto.
Les acompañó el Secretario de Estado para el Deporte D. Jaime Lissavetzky quien fue el encargado de entregar los trofeos a los mejores piragüistas nacionales de la temporada, masculino y femenino, que en esta ocasión recayeron en Emilio Merchán Alonso y en Maialen Chourraut Yurramendi.
Tras la foto histórica el Presidente del Consejo Superior de Deportes dirigió unas entrañables palabras al piragüismo nacional tan desenfadadas como emotivas, reconociendo el empuje de todos los que han tomado parte en el crecimiento de esta federación, repasando sus notables éxitos y agradeciendo el esfuerzo que día a día se viene realizando en el empeño por alcanzar más y mejores resultados.
El broche final se vivió, con la emoción con que se disfrutó la primera vez, viendo las imágenes de la medalla de oro conseguida por el C-1 de David Cal en los Juegos Olímpicos de Atenas y la medalla de oro del K-2 de Carlos Pérez Rial y Saúl Craviotto alcanzada en los Juegos Olímpicos de Pekín, carreras que se cerraron con una sincera y calurosa ovación de todo el público congregado en la sala y de las diez medallas olímpicas desde el escenario.