Un trio de palistas arousanas presentan sus candidaturas para formar parte del piragüismo español en Tokio
La RFEP publicó a comienzos de esta semana los criterios para la nominación de los clasificados para Tokio K2 1.000 masculino y K1 200 femenino, como de los otros seis barcos que intentará clasificar en los preolímpicos europeo y mundial de primavera. Y cuatro arousanos aspiran a estar entre quienes lo intenten.
Los próximos díasl 13 al 17 de abril se celebrará el selectivo de kayak, donde acudirán Natalia García, del Breogán do Grove, y Camila Aldana Morison, del Náutico Pontecesures para jugarse una plaza en el K1 o el K2 500, si bien deberán presentarse también, nos explican, al K1 200, en el que se medirán a la incombustible Teresa Portela, la Federación, sorpresivamente quiere someterla a un examen, después de haber conquistado la plaza en Tokio para España con un bronce en el último Mundial. y xon su historial de mejor velocista española de siempre, y haber participado en las cinco anteriores ediciones Olímpicas. La presencia de García y Morison en la criba del K1 200 obedece a la elaboración de un ránking con el que la RFEP quiere arrancar su proyecto de K4 500 femenino para París 2024.
Natalia García había comenzado la temporada de regreso al Centro Galego de Tecnificación Deportiva para crecer junto a Teresa Portela bajo la dirección de Daniel Brage. Pero en diciembre el responsable del grupo nacional de kayak femenino sénior, Luis Brasero, la llamó para que volviera a la Residencia Blume de Madrid, donde había trabajado la pasada primavera y verano en el K4 500 que buscó el pasaporte para Tokio, con un decepcionante y muy insuficiente 15º puesto en el Mundial. La breoganista alterna la Blume con el Centro de Alto Rendimiento de La Cartuja, Sevilla, donde ayer concluía su segunda concentración de tres semanas junto a sus cinco compañeras de grupo. La vasca Begoña Lazkano y la ceutí Isabel Contreras, con las que compartió bancada en el K4 500 la temporada pasada, y la catalana Laia Pelach, la balear Aida Bauza y la pontevedresa Carolina García, las tres todavía Sub-23. «Levamos desde decembro a facer combinacións no K2, pero inda non temos parellas definidas», nos cuenta García.
Con el mismo plan, aunque sin haber iniciado todavía acoplamiento alguno en el K2, trabaja Camila Morison. En su caso, por cuarto año en el C.A.R. La Cartuja como integrante del grupo nacional Sub-23. En su último año en la categoría, evoluciona bajo la dirección del extremeño Fausto Moreno. Subcampeona del Mundo Sub-23 de K2 500 en el 2017, y tras dos años grises, Morison declara que afronta el asalto a las plazas en los preolímpicos «con muchas ganas».