Nicolau Ruiz se lleva el Premio Timón de Piragüismo 2018
El palista del Club de Vela Puerto de Andratx ha completado su mejor temporada hasta la fecha disputando la final europea Sub23 de K1-200 con sólo 17 años
Entrena en el Centro Especializado de Alto Rendimiento de Remo y Piragüismo “La Cartuja” en Sevilla junto al equipo nacional
Nicolau Ruiz (Andratx, 20 de octubre de 2000) ha sido reconocido con el Premio Timón que otorga Gaceta Náutica al mejor piragüista balear de 2018. Su elección ha corrido a cargo de la Federación Balear de Piragüismo en virtud de su condición de promesa del deporte balear.
Ruiz ganó este año la medalla de bronce en la Copa de España K1-200, resultado que le clasificó para competir con sólo 17 años en el Campeonato de Europa Junior y Sub 23 disputado en Auronzo di Cadore (Italia). “Fue muy emocionante, era mi primera prueba internacional”, relata Ruiz, al recordar que, pese a su juventud y su escasa experiencia en pruebas de máximo nivel, consiguió hacerse un hueco en la final europea de la distancia olímpica K1-200 y terminó en una meritoria novena posición.
El palista mallorquín inició su carrera deportiva en el Club de Vela Puerto de Andratx en 2011. “El piragüismo no me viene de familia. Empecé en un cursillo de verano, primero hice el de vela pero fue el piragüismo lo que más me llamó la atención”. De sus inicios, Ruiz guarda “recuerdos muy bonitos y divertidos” y no olvida que fue en el CVPA donde le vieron “empezar en este deporte” y apostaron por él.
El entreador del CVPA José Luis Seguí explica que “la velocidad en los 200 metros es el principal fuerte” de Ruiz, quien desde el primer momento destacó por ser “un portento físico”. “En distancias largas veíamos que le faltaba algo de consistencia, pero cuando empezó con las cortas nos dimos cuenta de que tenía mucho potencial”, asegura Seguí.
El paso de Ruiz por el Centro de Tecnificación de Palma le sirvió, según Seguí, “para dar un salto de calidad y le ha ayudado a depurar su técnica”. En pruebas de distancias cortas, ya sea en solitario como en equipo, Seguí cree que el futuro de Ruiz es prometedor. “Todo dependerá de cómo se vaya adaptando a cada situación, pero tiene madera y es un gran velocista”.
La disciplina que exige un deporte como el piragüismo y el esfuerzo que supone para un joven deportista compaginar su pasión con su día a día académico ha servido a Ruiz para “ser más responsable y maduro en el día a día”, según sus propias palabras.
En la actualidad Ruiz entrena en el Centro Especializado de Alto Rendimiento de Remo y Piragüismo “La Cartuja” en Sevilla. Allí se concentra con el equipo nacional y mantiene un ajetreado día a día en el que combina las horas de entreno en tierra y en el agua con la carrera de Biología que está cursando. “Ahora mi meta está en seguir con el equipo nacional y poder terminar la formación universitaria”.
En el mundo de la piragua, el joven palista mallorquín se mira en el espejo de Saúl Cravioto. “Es un referente para mí. Ha ido a cuatro olimpiadas y ha sacado medalla en todas”, recuerda Ruiz, quien no esconde su ilusión por participar a unos JJOO. “Creo que el sueño de cualquier deportista es ser un atleta olímpico. Para ello me preparo”, remarca.