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Un brindis con botella de oxígeno

Los buceadores del Club del Mar de Ferrol celebraron el fin de año con uvas y champán bajo el agua

La juerga submarina de fin de año tuvo su versión gallega en Ferrol. Frente a la playa de Chanteiro, a diez metros de profundidad, la sección de buceo del Club del Mar tiró de pandereta y champán para despedir el 2008 entre burbujas. Las campanadas fueron sustituidas por golpes en una olla y el cava y las uvas llenaron las bocas durante cada tregua del regulador de oxígeno.

La tradición del cambio de año debajo del agua cumple ya un lustro, y esta vez se adelantó al 28 de diciembre porque el 31 es laborable. Por la mañana, trece buceadores se subieron a la embarcación cedida por Armadores de Ferrol S.L. ataviados con un peculiar cotillón, en el que gorros y antifaces compartían protagonismo con el neopreno, las gafas y el tubo.

Una vez en el fondo, llegó lo difícil. ¿Cómo se bebe cava cuando uno está rodeado de líquido? Ricardo, responsable de la sección de buceo, asegura que “al descorchar la botella, la presión impulsa el champán hacia arriba”. “Hay que poner el dedo para que no se escape, luego metes la botella en la boca y entra sin problemas”, explica divertido.

Lo del racimo es más complicado. Uva, oxígeno, uva, oxígeno...y así hasta doce veces. Ayer trece, porque como el año 2008 tendrá un segundo más de lo habitual para ajustar el tiempo a la rotación de la Tierra, ese breve tiempo extra se compensa con una fruta de más. Aunque no todos lograron el objetivo, algún submarinista sí fue capaz de llevarse las trece uvas a la boca al compás marcado. “Por ahora nadie se ha atragantado. Te sacas el regulador, aguantas el aire, abres la boca un poquito y ya está; algo de agua sí que tragas, pero con eso no te ahogas”, argumenta Ricardo.

La original idea del Club del Mar lleva cinco años levantando expectación y cuenta con la colaboración de la cadena de supermercados Froiz, que les suministra la bebida y las uvas. Esta vez, la climatología permitió que saliesen al mar, aunque en otras ocasiones han tenido que irse a la ensenada de San Cristóbal para estar más protegidos y poder retratar el momento de forma más nítida. Una mínima corriente que remueva el fondo estropea la foto.
La celebración de estas fechas señaladas incluye también un belén submarino que los buceadores se encargan de mantener durante todo el año. Así, los amantes del buceo tienen en Ferrol una Navidad a su medida, en la que los brindis se hacen con botella de oxígeno.