Vaquita marina mexicana, en peligro crítico de extinción
La vaquita marina, que sólo habita en aguas mexicanas, está en peligro crítico de extinción, por lo que atrae la atención de los gobiernos de México, Canadá y Estados Unidos, ecologistas y científicos, así como a pescadores y comunidad de los litorales del Alto Golfo de California, en el noroeste del país.
El cetáceo más pequeño del mundo, que en su edad adulta llega a medir hasta 1,5 metros de largo y alcanza un peso de entre 30 y 35 kilogramos, es una especie endémica, es decir, no se encuentra en ningún otro sitio del orbe.
Esas y otras razones han derivado en el impulso trinacional del Plan de Acción de América del Norte para la Conservación (PAANC por sus siglas en inglés) de la vaquita, cuyo nombre científico es "Phocoena Sinus".
Reunidos en la ciudad mexicana de Mexicali, del estado de Baja California (fronterizo con EEUU), el martes pasado representantes de esos tres países, funcionarios, académicos y pescadores dieron su beneplácito a ese Plan, que es un esfuerzo conjunto encaminado no sólo a preservar, sino a aumentar la población de la vaquita.
El secretario (ministro) mexicano de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Rafael Elvira Quesada, dio la bienvenida a los comisionados de EEUU y Canadá, así como a todos los involucrados en llevar a cabo acciones urgentes para salvar a ese cetáceo de la extinción.
La Comisión para la Cooperación Ambiental, que forma parte del Plan Estratégico de Cooperación para la Conservación de la Biodiversidad de América del Norte, retomó la inquietud de las tres naciones firmantes del Tratado de Libre Comercio de América de Norte (TLCAN) de recuperar al cetáceo más amenazado del planeta.
Con la mediación de la CCA, los tres países acordaron aplicar, de manera inmediata, acciones conjuntas para rescatar diversas especies marinas y terrestres en Norteamérica, entre ellas a la vaquita mexicana.
Documentos de la CCA destacan que, con base en los más recientes estudios realizados en 2008, de los cerca de 500 ejemplares avistados hace cinco años, sólo sobreviven unos 150 especímenes.
Otro motivo de la preocupación trinacional es que la vaquita, de la familia de las marsopas, registra una fecundidad muy baja en comparación con otras especies marinas en su tipo, ya que las hembras sólo paren una cría cada dos años.
Una de las principales y más inmediatas amenazas para la superviviencia de la vaquita es la captura incidental por parte de pescadores del extremo norte del Alto Golfo de California mediante el uso de enmalles y agalleras.
Ante ello, las autoridades federales, estatales y municipales del estado de Baja California se comprometieron ayer a continuar con su programa de reconvertir la pesca, mucha de ella furtiva, en actividades acuícolas de cultivo controlado, como el de camarón y otras especies.
Otra acción, que el gobierno federal mexicano inició en 2001 al clasificarla como especie en extinción, es apoyar a los pescadores para modernizar sus artes de pesca que no afecten a la vaquita.
Las cifras en la depredación de ese cetáceo es alarmante: anualmente mueren entre 40 y 80 ejemplares como resultado de la captura incidental, cuya actividad es desarrollada de manera frecuente por pescadores ilegales que carecen del permiso oficial para la pesca controlada.