Rescatan a tres pescadores asturianos atrapados en un acantilado de Artedo tras volcar su lancha
El grupo de rescate de Bomberos de Asturias ha vuelto a efectuar una maniobra de salvamento en la costa de Cudillero y por segundo día consecutivo.
Si el lunes rescataban a un joven tras sufrir una caída desde una altura de más de cinco metros en el acantilado de la playa del Silencio, ayer hicieron lo propio con tres pescadores deportivos que quedaron atrapados en unas rocas próximas a la playa de la Concha de Artedo, tras haber volcado la lancha de recreo en la que navegaban por aguas del concejo de Cudillero.
Los tres pescadores, asturianos, resultaron ilesos a pesar del susto vivido. El centro de coordinación de emergencias del 112 Asturias recibió una alerta por parte de un particular en torno a las 10.00 de la mañana. Según esta persona, había tres hombres en una canal de rocas que demandaban auxilio e indicó que le parecía que la lancha se había hundido. Inmediatamente, según informa el centro de coordinación, se desplazaron al lugar efectivos del grupo de rescate a bordo del helicóptero medicalizado de Bomberos de Asturias.
Tras rescatar a las tres personas de la zona en la que se habían resguardado hasta ser auxiliados, los bomberos trasladaron a los pescadores deportivos a tierra. Los tres presentaban señales de nerviosismo fruto del susto vivido, pero no tenían ningún tipo de lesión física, con lo que no fue necesario trasladarles a ningún centro de salud.
El suceso se produjo al fallar el motor de la lancha en la que pescaban. El motor auxiliar también se averió por causas desconocidas. Tras el fallo de las dos máquinas, los pescadores se tiraron al agua por miedo a quedar a la deriva y buscaron cobijo en una roca próxima; acto seguido la embarcación volcó. La lancha en la que faenaban era una embarcación pequeña, de seis metros, y que quedó completamente destrozada tras el siniestro. La fuerza de las olas estuvo durante horas haciendo chocar a la barca contra las rocas.
Al parecer, los tres hombres se dedicaban a la pesca deportiva y eran habituales de la zona; además, llevaban años con su embarcación amarrada en el puerto de Cudillero y solían salir a faenar muy a menudo. La zona donde se produjo el accidente es «bastante peligrosa» debido a que en la playa de la Concha de Artedo suele arreciar viento del Nordeste que arrastra a las embarcaciones hacia la zona de rocas.