Varios alcaldes exigen la anulación de la normativa de pesca del salmón y piden otra consensuada

La nueva normativa de pesca aprobada por el Principado ha levantado una revuelo importante tanto en el mundo de la pesca como en los ayuntamientos ribereños que dicen defender los intereses de sus paisanos.

Tras la dimisión de Jaime Menéndez Corrales, representante municipal en el Consejo de pesca, han sido varios alcaldes más los que critican la decisión del Gobierno del Principado en lo referente a la normativa de la pesca de salmón 2010.
La diferencia de opiniones es latente, varias de las asociaciones que participaron en la negociación defienden el acuerdo de mínimos, pero es en el Oriente de Asturias donde los ánimos están revueltos.

La Sociedad de Pescadores El Esmerillón se ha posicionado totalmente en contra de la nueva normativa. Su presidente, Antón Caldevilla, aseguró que «nos opondremos con todas nuestras fuerzas y acordaremos movilizaciones. Llenaremos el río de pancartas». Asegura que la normativa «no es legal» y desvela que «según la ley de Ecosistemas y Pesca Fluvial y tal y como se refleja en el apartado 19.3, la normativa debería haberse publicado antes del 1 de noviembre», concreta. El Principado publicó la normativa en el «Boletín Oficial del Principado» el día 18 de noviembre. «Llegaremos hasta donde haga falta, incluso a los tribunales», matiza el presidente de El Esmerillón.

Varios alcaldes se han enfrentándo a Medio Ambiente entre ellos el alcalde de Soto del Barco y también pescador, Jaime Menéndez Corrales, y el alcalde de Cangas de Onís, Alfredo García, ambos del PSOE. El primero presentó su dimisión como representante de la FACC en el Consejo de Pesca por «no estar de acuerdo con la normativa» y haber perdido «la confianza en quienes la han diseñado». El alcalde cangués explicó ayer que «me solidarizo en su decisión con Jaime Menéndez. Faltaba muy poco para llegar a un acuerdo, pero la Consejería fue muy cicatera y, la verdad, estoy defraudado. Nos sentimos despreciados por su postura intransigente», aseguró.

Y es que la normativa de pesca del salmón para la temporada 2010, es la más restrictiva en la historia de Asturias, de lo que no se puede poner en duda es de su necesidad y como respuesta a la caída en picado de las capturas del rey en los ríos asturianos.

Parte del colectivo se han puesto las pinturas de guerra. Rechazan los recortes en capturas, reducción de la temporada de pesca con muerte a dos meses y medio o el recorte en el cupo por pescador, que pasa de ocho a tres salmones.

Las peticiones de los concejos pasaban por un día más de pesca libre, para que fuesen tres a la semana, y ampliar la temporada de pesca con cebo quince días más de lo que se proponía, hasta el 30 de marzo. «Eran dos medidas que apenas iban a tener repercusión en la conservación de la especie y podrían haber evitado un descontento generalizado. Ha sido absurdo que no las hayan tenido en cuenta y, además, lamento haberme enterado por la prensa de la normativa, ni siquiera me llamaron para decirme que no se tenían en cuenta nuestras propuestas», criticó Alfredo García.

Aunque menos críticos, también se mostraron moderadamente descontentos otros alcaldes, Parres, Peñamellera Alta, Ribadesella... a quien les preocupa principalmente las repercusiones económicas que tendrá para sus ayuntamientos la nueva normativa. Aunque para algunos como el de Ribadesella que no quiso entrar de lleno en el debate porque «confío en que los técnicos hagan lo que tienen que hacer, porque yo no lo soy, pero sí se ve que las medidas son restrictivas y que afectarán al turismo. Añade que «quizás sea peor no hacer nada, porque había que tomar medidas para salvar al salmón».
En la zona occidental también hay críticos, pero otros aprueban la ley y se centran en pedir medidas como mejores saneamientos, mayor esfuerzo en repoblación, control de furtivos, pesquerías en alta mar y depredadores. Es el caso de la alcaldesa de El Franco, la socialista Cecilia Pérez, que opina que establecer días de descanso para la pesca del salmón «es una buena medida». O el alcalde de Salas, José Manuel Menéndez, quien afirma que «algo había que hacer y, en líneas generales, me parece una normativa acertada». Aún así, hay muchos peros y comentarios contra ella.