La orden de veda gallega, más restrictiva que la de 2009

Explotó la traca, se podrá pescar, pero mucho menos, así lo ordena la Xunta, y se veía venir, los salmónidos escasean, ahora se culpa a la excesiva extracción, olvidemos las presas, los obstáculos y la contaminación que han llevado al colapso piscícola, y además con dificil solución.

El Salmo Salar parece condenado, su limite sur, por el calentamiento global ha subido de latitud, en Galicia parece que peligra su viabilidad como especie en el habitat de los ríos gallegos. Para el 2010 se recortan cupos y días hábiles de pesca, lo que retrasa la temporada del Eo.

Los datos contestados por los pescadores y no atendidos por la administración , van cayendo como fruta madura.
Ya conocida la inutilidad de repoblar con trucha foránea, medio ambiente sigue trabajando a salto de mata, a impulsos de iluminación, pero la autentica realidad es que no sobran, más bien escasean los euros necesarios para regenerar habitats de peces,m es decir los lechos y riberas de sus hogares, los ríos. Esto mismo aplicable a la limpieza de cauces, vigilancia y guardería.

Pero no todo es culpa de la Xunta. En Galicia a excepción de alguna sociedad de pescadores que planifican su gestión piscícola, atienden sus cotos, fomentan acciones conservacionistas, el asociacionismo no funciona, pocas afiliaciones y mínimas ayudas (unos 200.000 euros en el 2009), a pesar de que el sector mueve unos 180 millones de euros por temporada en Galicia, según cálculos de la Consellería de Medio Rural, que estima en 2.000 euros de media lo que cada pescador invierte en licencias, material, viajes y estancias para pescar en la tierra de los mil ríos.