La administración del Principado estudia retrasar a mediados de abril la apertura de la veda
La medida obedece al escaso número de salmones de invierno en los ríos El balance de la campaña arroja la pobre cifra de seis capturas tras 15 días hábiles
La estadística de la última década en los ríos asturianos demuestra que hay pocos salmones de invierno en los ríos. Éstos son los que suelen entran a finales de año y que tienen un peso, al menos, de entre siete u ocho kilos. La tendencia a la baja de la cifra de este tipo de ejemplares obedece a que se han pescado en grandes cantidades en los ríos en dicha época del año y, además, las cotas de furtivismo se mantienen e incluso crecen a lo largo del año, especialmente durante la temporada, algo que es imposible controlar en su totalidad desde las guarderías.
Esto puede ser una explicación a este pobre inicio de temporada. A ello se une también el hecho de que han quedado pocos reproductores en las zonas de desove, lo que tampoco favorece que haya ejemplares de estas características.
Desde la Administración ya se contempla la posibilidad de retrasar la apertura de la campaña salmonera hasta mediados del mes de abril, establecer un periodo de pesca comprendido entre abril y julio, sobre todo con vistas a salvaguardar estos salmones invernales de buen peso, que son muy valorados.
El saldo final de la campaña se salva gracias a los conocidos 'mayucos', que son los que engrosan las cifras al ser el 80% de los ejemplares que salen de los ríos asturianos.
Sin embargo, también se contemplan otra serie de teorías. Por ejemplo, que no se pone freno a la pesca de salmones con red en Islandia e Irlanda, lo que podría tener una gran incidencia en el retorno a los ríos asturianos. También cabe la posibilidad de que los desoves no resultaron como se esperaba, al igual que los resultados de las repoblaciones, que se tendrían que haber traducido en retornos más importantes.
Las asociaciones y el Principado, que cada vez frecuentan más sus reuniones, un dato más que positivo para la especie, quieren seguir dando pasos hacia una mayor preservación del salmón.
Por ello también se estudia colocar contadores en los ríos para controlar el número de peces que entran, lo que permitiría fijar un cupo de ejemplares para pescadores y ribereños de cara al futuro.