Galicia: Las restricciones a la pesca en el Lor aumentan por la escasez de truchas
Los ríos del sur de Lugo no son lo que eran y a falta de mejores argumentos la administración hace frente a la escasez de truchas ampliando cada año un poco más las restricciones para la pesca.
En la temporada que se iniciará el próximo 21 de marzo el turno ha sido para el Lor, que si mantiene su tirón entre los cañistas es más por la belleza de su curso que por la abundancia de piezas. Con el fin de proteger la parte baja del río, y facilitar así el remonte de ejemplares reproductores, el tramo más próximo a su desembocadura se convertirá en zona de pesca sin muerte.
La medida afecta aproximadamente a un kilómetro de río, entre el puente de Parada y la desembocadura en el Sil, en el que las capturas tendrán que ser devueltas al agua. No será necesario pagar coto, pero regirán las normas para los tramos fluviales de pesca sin muerte, donde solo se puede utilizar como engado «mosca artificial en sus distintas modalidades y cucharilla con un solo garfio y sin arpón. Los cañistas que sean sorprendidos con alguna pieza serán sancionados aunque esta fuese pescada en otro tramo.
Fuera de la creación del nuevo tramo de pesca sin muerte en el Lor, la orden de vedas no presenta grandes novedades con respecto a anteriores campañas. Con carácter general, la medida mínima para la trucha se mantiene en diecinueve centímetros y el cupo máximo en diez piezas por jornada, con la salvedad de que no se podrá pescar los lunes, en ningún tramo, y los jueves, en los acotados.
Los pescadores deberán estar atentos a la normativa específica de cada cauce, que puede marcar diferencias importantes con respecto a la reglamentación general. En el Lor, por ejemplo, entre el puente de Baldomir y la desembocadura el cupo es de ocho piezas por pescador y día y el tamaño mínimo para las capturas de veintiún centímetros. Las mismas pautas sirven para el Cabe desde su confluencia en el Sil al límite superior del coto de Monforte.
Tampoco se podrá iniciar la temporada en todos los casos el 21 de marzo, ya que en varios tramos se retrasa la apertura al día 1 de mayo. Esta medida afecta a todo el curso del Selmo y a los tramos altos de los ríos Lor, Cabe y Mao. Por otro lado, y según la orden de la consellería, no se podrá utilizar cebo natural a partir de 1 de julio en los ríos Búbal, Cabe, Lor y Lóuzara. En el Cabe y el Lor, la medida afecta a todos sus afluentes.