El futuro del salmón atlántico está en entredicho
Esa es una de las conclusiones de las Jornadas Internacionales del Salmón de Soto del Barco, que finalizaron ayer con las ponencias de científicos ingleses y franceses, además del anuncio de la viceconsejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, de la próxima elaboración de un plan del salmón para regenerar la especie.
La responsable del Gobierno del Principado justificó la redacción de este documento «ante la crítica regresión de la especie en nuestros ríos». Además, a partir del lunes, el Observatorio de la Sostenibilidad de Asturias habilitará en su página de internet toda la información disponible sobre el tema.
El plan observará varias cuestiones. Entre ellas, una vigilancia de recursos para evitar la pesca furtiva, políticas conservacionistas para las riberas que preserven la flora acuática autóctona y las zonas de claridad y sombra para la especie; el uso de técnicas de repoblación, y una estricta organización de la pesca deportiva.
En la primera parte de la jornada de ayer, el experto francés Vincent Vauclin puso de manifiesto la drástica reducción de efectivos del salmón en aguas francesas desde el siglo XVIII hasta hoy, quedando sólo el río Loira como apto para la pesquería.
Juan Antonio Lázaro, gerente del Grupo de Desarrollo Rural del Bajo Nalón, afirmó, por su parte, que «el problema radica en que el salmón va al mar, pero por razones no aclaradas no retorna a los ríos con la densidad de efectivos habitual».
“Es francamente difícil hacer un resumen que sirva de conclusiones de unas jornadas que han sido altamente participativas y en las que se ha producido un debate tan vivo y diverso, y en el que se han mantenido posiciones tan variadas como en éste. Sería además una pretensión impertinente resumir en diez minutos de conclusiones casi doce horas de diálogo. En todo caso, la propia variedad e intensidad del debate es para nosotros índice del interés que suscita el tema y de la riqueza y fortuna que supone contar con una sociedad tan comprometida con la gestión de los recursos naturales. Y así lo valoramos desde la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio e Infraestructuras y, en consecuencia, nuestra primera conclusión es felicitarnos por vuestra colaboración y renovaros nuestro agradecimiento a todos por haber aceptado participar en estas jornadas”.
“La segunda conclusión, que casi esbozábamos ya en la presentación de las jornadas, es que hoy, por paradójico que pueda parecer, no concluye nada. No se trataba de llegar en un día y medio de debates a una fórmula final, cerrada y mágica que permitiera la recuperación inmediata del salmón, entre otras cosas, porque no existe esa fórmula, sino de relanzar un debate en torno a este tema al hilo de la situación que se deriva de la nefasta campaña de pesca que estamos viviendo. Ese debate, para ser fructífero, debe tener continuación después de esta jornada. Es por ello que nos parece importante publicar las ponencias que aquí se han expuesto, bien en un formato libro, bien colgando las presentaciones en Internet para hacerlas accesibles a todo el mundo. Intentaremos buscar la fórmula más eficaz y que lo haga posible en el plazo más rápido. En todo caso, estas conclusiones estarán colgadas a partir del próximo lunes en la página Web del Observatorio de la Sostenibilidad de Asturias (www.osasturias.es) y en ella habilitaremos un buzón para depositar comentarios y sugerencias”.
“Es bueno que los debates sean abiertos, francos y sinceros, y que en ellos exista la más amplia participación. Pero también es bueno que alcancen conclusiones ejecutivas en algún momento y se traduzcan en líneas de trabajo y acciones y hechos que se sostengan en el tiempo hasta alcanzar objetivos definidos. Por ello, también nos parece muy importante que el debate que ahora se abre concluya, en un periodo razonable de tiempo, en un documento a modo de Plan del Salmón asturiano que guíe nuestras actuaciones, sacándolas del albur que dicta cada temporada. Nos comprometemos a elaborar una propuesta de Plan del Salmón y os propondremos continuar el debate en torno a ella”.
“Este documento de Plan del Salmón, cuya necesaria elaboración es nuestra tercera conclusión, entendemos que debe ser nuestra aportación para una gestión holística del recurso que supere, primero, el marco estricto del ámbito autonómico buscando la cooperación con el resto de las Administraciones españolas implicadas en la gestión del recurso y, más allá, incluso que pueda integrarse en una visión que venza la tradicional dicotomía mar/río, porque en definitiva el recurso es único y demanda de una visión global”.
“Aunque la especie ha sufrido una regresión histórica muy fuerte en toda su área de distribución, que ha sido especialmente acusada en el borde meridional de la misma, las actuaciones emprendidas en las últimas décadas se han traducido en medidas, en principio, positivas para ella: aumento de la calidad de las aguas en los ríos, disminución notable de los esfuerzos pesqueros en el mar, recuperación de parte de su área de distribución histórica en los cursos fluviales mediante la eliminación de obstáculos, etcétera… Sin embargo, estas acciones, a pesar del aparente repunte que se había producido en las capturas fluviales de la última década, no parecen haber servido para frenar el proceso regresivo, especialmente a la luz de los resultados de esta última temporada hasta la fecha”.
“Por tanto, se impone una reflexión general sobre la situación del salmón y la gestión sostenible del mismo. Esa reflexión, a la que nosotros queremos colaborar, debe atender al marco en el que se desenvuelve, en el que por mor de eso que se ha dado en llamar “antropoceno”, es decir un tiempo en el que las repercusiones de las actuaciones humanas es lo que marca precisamente la dinámica de los sistemas naturales, se produce una situación de “cambio global” cuya dinámica y alcance no siempre es bien conocido, en particular en cuanto a las consecuencias del “cambio climático” sobre las especies particulares, como es el caso del salmón. Esta situación de desconocimiento alcanza también a muchos factores del desarrollo biológico de la especie en el mar, tales como la alimentación en él, que muy probablemente estén influyendo de forma muy notable en la situación poblacional de la especie”.
“Pero ese margen de incertidumbre no debe ser excusa para la inacción, eso sí siempre guiados por el principio de precaución. Esa acción que debemos emprender, y entramos ya en el campo de las conclusiones concretas, debe basarse en los conocimientos más sólidos de los que dispongamos y debe tender además a conseguir en un plazo razonable aquellos de los que carecemos y son necesarios. En particular, nos parece especialmente importante atender a la adquisición de conocimientos que permitan, en el contexto de la gestión global, dar respuesta a una gestión particularizada por cuencas y ríos. Así parece ineludible contar con los mejores métodos que permitan evaluar los stocks de salmones en cada río de forma fiable, destacando aquí el papel que pueden jugar los contadores de salmón, la estimación de las frezas y la del reclutamiento”.
“Pero contar las cosas, como alguien dijo en estas jornadas, es tan sólo adquirir información sobre ellas. Básica para poder perfeccionar la gestión, pero que por sí sola no mejora la situación de las poblaciones de salmón. Es por ello que ese conjunto de medidas que hay que tomar deben atender a campos tales como:
1º. La vigilancia del recurso y su hábitat: mejorando la cualificación de la guardería, su organización y dedicación para optimizar los medios humanos y materiales disponibles e incrementarlos o complementarlos donde haga falta, entre otras cosas para erradicar definitivamente la lacra del furtivismo allá donde perviva.
2º. La atención a las márgenes y riberas: buscando cursos de aguas naturales, con vegetaciones riparias bien estructuradas y equilibradas que permitan un adecuado reparto entre zonas de claridad y sombra, buscando productividades primarias convenientes para los salmones en sus diferentes fases de vida, respetando la dinámica fluvial y garantizando un espacio mínimo en el que esa dinámica pueda expresarse en forma de ecosistemas ribereños capaces de albergar vida, en definitiva albergar salmones. No debe olvidarse, en este campo, la sinergia que debe establecerse con la aplicación de determinados instrumentos legales de obligado cumplimiento como pueden ser los Lugares de Importancia Comunitaria derivados de la aplicación de la Directiva Hábitats, ya que en el caso de los ríos un elemento para su delimitación ha sido precisamente la presencia del salmón.
3º. La atención a los cauces: en particular a la superación de los obstáculos que limitan la superficie útil para la especie en las distintas cuencas y a la protección de los frezaderos, así como a la calidad de las aguas, siendo especialmente destacables los esfuerzos en el campo del saneamiento y en la consecución del objetivo del Buen Estado Ecológico de las aguas que establece la Directiva Marco del Agua en el horizonte del año 2015.
4º. La adecuada utilización de las técnicas de repoblación: empleando el material genético más efectivo, que es el autóctono, y que deben ser realizadas con criterios de restauración y reforzamiento de las poblaciones originales, integrándolas en estrategias más amplias con la finalidad de lograr en el plazo más breve posible el funcionamiento más natural posible del ecosistema del río, que es el que garantiza la sostenibilidad a largo plazo del recurso.
5º. La comprensión del salmón como un elemento integrante del ecosistema “río”: en el que concurren otros muchos elementos y seres vivos imprescindibles para su buen funcionamiento, pero en el que hay que atender también a las alteraciones derivadas de la antropización de los sistemas, que provocan en ocasiones explosiones demográficas abusivas de determinadas especies que, como el cormorán grande, actúan como depredadores del salmón y sobre las que, en consecuencia, es necesario intervenir con mayor eficacia en el marco de la mejor resolución posible del conflicto, asentando las actuaciones en la evaluación constante de su incidencia.
6º. La organización de la pesca deportiva en los ríos bajo los principios de la responsabilidad y sostenibilidad: estudiando con detenimiento todo lo relacionado con la organización de los cursos de agua a efectos piscícolas (vedados, cotos, etc…), con las modalidades de pesca menos lesivas (utilización de determinados cebos, pesca sin muerte, etc…), con el establecimiento de cupos por cuenca, con la limitación de la temporada en beneficio de la protección de los peces de mayor tamaño, de determinado sexo o más productivos, etcétera… en aras todo ello a tomar las mejores determinaciones para su incorporación a la normativa”.
“Todas estas medidas deben ser tomadas en el marco de una adecuada y leal colaboración y cooperación entre todas las partes interesadas en la gestión del recurso: administraciones de cualquier índole y nivel, organizaciones de conservación o empresariales, y muy especialmente las asociaciones de pescadores. Más allá de las competencias que sean atribuibles a cada parte y sin menoscabo de las mismas, una sociedad democrática se caracteriza por la participación ciudadana y la corresponsabilidad en la conservación y uso sostenible de los recursos naturales y, en cualquier caso, esto debe constituir una pauta básica en la gestión del salmón”.
“Por último, nos parece importante transmitir un mensaje de esperanza. Es cierto que las circunstancias no son las que todos nosotros desearíamos y es verdad que se abren profundos interrogantes sobre el futuro del salmón, pero también lo es que el salmón es recuperable y que la sociedad asturiana tiene voluntad de que la especie permanezca como integrante del elenco faunístico regional, y ésta es nuestra principal herramienta de trabajo”.