Unos pescadores de Gandia rescatan una tortuga de 20 kilos con una grieta en el caparazón
La embarcación de pesca deportiva 'Mas-k', compuesta por cuatro tripulantes, rescató ayer a seis millas del puerto de Gandia un gran galápago marino que estaba herido. Pesaba 20 kilos y medía 60 centímetros de longitud.
La tortuga estaba flotando en el mar y no se movía. "Estaba como muerta", señaló ayer Ángel Pascual, un pescador aficionado gandiense de 49 años que fue testigo del hallazgo del animal.
Los marineros habían salido a las cuatro de la mañana con la finalidad de practicar la captura y suelta de atún. La jornada marchó con total normalidad. Sin embargo, la sorpresa se produjo a las doce del mediodía, hora de regreso al hogar. En ese preciso instante divisaron "una mancha marrón" sobre las aguas.
"Nos extrañó mucho a todos porque las tortugas, cuando hay cerca una barca, suelen sumergirse enseguida porque tienen miedo. Esta, en cambio, no se movía para nada", relató ayer Pascual a LAS PROVINCIAS.
Los tripulantes decidieron acercarse con cuidado al animal, el cual pese a la presencia de los pescadores seguía sin reaccionar. "Cogimos la tortuga y la subimos a bordo. La metimos en un recipiente con agua y cada cierto tiempo íbamos cambiando el agua para que no se muriera. Finalmente, el galápago comenzó a moverse, algo que nos alegró a todos", argumentó. El ejemplar marino tenía una grieta en el caparazón que probablemente se produjo por un golpe con una hélice de un barco o durante el lanzamiento de una red, según destacaron los marineros. A las 15 horas aproximadamente la embarcación 'Mas-K' atracó en el Club Náutico de Gandia.
Los tripulantes avisaron enseguida al Centro de Recuperación del Saler para que los técnicos se hicieran cargo de ella. Estaba previsto que también la viera un veterinario.