La Generalitat niega la exportación de siluros del Ebro y dice que su pesca es para erradicarlos
La Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat negó hoy que la pesca de siluros en el tramo final del Ebro se realice con el objetivo de exportar estos animales a Rumanía para consumo humano, y enmarcó el proyecto en un Plan de control y erradicación de especies invasoras en el tramo catalán de este río, aprobado por el Consejo de Pesca de Catalunya el pasado 30 de junio.
Fuentes de la Conselleria señalaron que, efectivamente, tal y como adelantó hoy 'El País', se ha autorizado a la empresa Mondo Ivans S.L. la pesca de siluros en el Ebro, si bien dicha autorización no posibilita la exportación automática de los peces, cuya comercialización implica la realización de los correspondientes controles sanitarios previos.
De este modo, la fabricación de piensos a partir de harinas extraídas de los siluros --extremo que Medio Ambiente no descartó-- requerirá de la autorización de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El problema se encuentra en los elevados niveles de mercurio presentes en la mayor parte de los animales que habitan el tramo final del Ebro, como ya demostró un estudio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) presentado en febrero de 2008.
Dicho estudio señalaba que las concentraciones de mercurio y organoclorados desde el pantano de Flix (Tarragona) hasta la desembocadura del río no afectaban a la calidad del agua o de los cultivos de la zona, pero sin embargo sí se detectaba un impacto medioambiental en la cadena trófica de los peces --sobre todo siluros y carpas-- y en menor medida pájaros.
La contaminación de Flix, causada por unas 300.000 toneladas de sedimentos tóxicos y radiactivos acumulados durante casi un siglo y procedentes de la empresa Ercros --anteriormente Erkímia--, es la razón de que el 40% de las especies del Ebro analizadas por el Csic presentara valores superiores a los 0,3 microgramos por gramo de mercurio y un 15% por encima del 0,5, el límite máximo permitido en la legislación.
En declaraciones a Europa Press, el investigador del CSIC Joan Grimalt recordó que existe una "contaminación crónica" en los animales acuáticos del Ebro que, aún con la retirada de los lodos tóxicos "incomprensiblemente aplazada", tardaría "años" en desaparecer.
Grimalt, que dijo desconocer la normativa para fabricar piensos, aseguró no obstante que los siluros del Ebro no son un material "ideal" para fabricar estos compuestos, ya que "el mercurio no desaparece" y una parte del mismo permanece en el organismo que lo ingiere.
El mercurio provoca la degeneración de las células nerviosas y facilitaría la aparición de enfermedades como el párkinson o la pérdida de memoria, apuntó el científico.
Grimalt aseguró que la idea de Medio Ambiente de erradicar las especies invasoras del Ebro --siluros, luciopercas, lucios, percas americanas y peces gato, principalmente--, introducidas en los años 70 para fomentar la pesca recreatriva, es "buena", aunque se debe tener en cuenta la presencia de los contaminantes.
La Conselleria dirigida por Frances Baltasar apuntó que desde octubre hasta finales de diciembre está prevista la captura de estas especies depredadoras mediante la utilización de un centenar de artilugios artesanales fabricados por pescadores oriundos del Delta del Danubio, cuyos métodos tradicionales a base de redes y cestos, discriminan la pesca de otras especies que no sean éstas.
Según datos de Medio Ambiente, durante las dos primeras semanas de la prueba piloto, y con la instalación de solo 15 cestos del centenar previsto, se pescaron 327 peces de origen foráneo, entre ellos 74 siluros --26 de ellos de más de un metro de longitud--, 27 peces gato, 9 percas americanas y 90 rutilos.
Una comisión de seguimiento formada por diversas entidades y catedráticos de Zoología de universidades catalanas evaluará la posibilidad de extender esta iniciativa a otras zonas de Catalunya, una vez comprobada la efectividad en la eliminación de estas especies mediante la pesca selectiva.