ICCAT fracasa y SENTENCIA al ATÚN ROJO
La reunión de ICCAT ha derivado en un desastroso establecimiento de cuota de pesca para el atún rojo ignorando las recomendaciones científicas. Oceana, que solicitaba el cierre de la pesquería, está en total desacuerdo con la decisión, que amenaza el futuro del atún rojo para satisfacer los intereses a corto plazo de la industria pesquera.
A pesar de las ambiciosas propuestas iniciales, el debate sobre la pesca de tiburones también finalizó con la aprobación de unas medidas de gestión muy limitadas
Hoy ha finalizado la reunión más importante de la historia de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT en inglés) en Marrakech, Marruecos. Joe Borg, el comisario europeo de pesca, calificó esta reunión como la última esperanza para la pesquería del atún rojo. Durante más de una semana, distintos países con intereses en las pesquerías del Atlántico han negociado el futuro del atún rojo y de otras especies pelágicas. A lo largo del encuentro se ha debatido sobre medidas de gestión del caladero oriental del atún rojo (que se enfrenta al colapso debido a la sobrepesca) con unos resultados lamentables.
La reunión ofrecía la oportunidad a los miembros de ICCAT de salvar al atún rojo. Un grupo de delegaciones propuso el establecimiento de una Captura Total Admisible (TAC) inferior a las 15.000 toneladas, en línea con las recomendaciones científicas. Sin embargo, tras un largo debate, las partes acordaron un insostenible TAC de 22,000 t para 2009, para satisfacer los intereses a corto plazo de la industria. La organización internacional de conservación marina, Oceana, reclama el cierre de la pesquería hasta que los estudios científicos demuestren que el stock de atún rojo se ha recuperado.
Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana en Europa, declara: “Los países que han participado en la negociación y se han opuesto a una gestión responsable de la pesquería del atún rojo han destruido la credibilidad de ICCAT. En lugar de evitar el colapso de la pesquería del atún rojo, han claudicado ante los intereses a corto plazo de la industria pesquera. Con esta decisión sólo podemos esperar la desaparición del atún rojo.”
Las recomendaciones científicas para el stock oriental del atún rojo aconsejan un máximo de capturas de 15.000 toneladas al año. Sin embargo, ICCAT ha adoptado unos límites de capturas en los últimos años que prácticamente duplican esta cantidad. En 2007, las capturas reales se estimaron a las 61.000 t, lo que en la práctica supone unas capturas tres veces superiores a las permitidas, debido a la pesca ilegal.
Las pesquerías de tiburones han sido otro de los grandes temas de discusión durante la reunión. A pesar de haberse debatido propuestas más contundentes y para varias otras especies a lo largo de la semana, el acuerdo alcanzado se ha limitado a establecer medidas de gestión para una especie, el tiburón zorro ojón. En un principio la UE propuso un límite de capturas para la tintorera y el marrajo dientuso, y la prohibición de pesca y descarga de los tiburones zorro y los tiburones martillo. La tintorera y el marrajo dientuso son las que sufren mayores capturas en el Atlántico, ya que forman parte de una pesquería especialmente dirigida a estas especies debido a sus valiosas aletas que son exportadas a Asia para la elaboración de la sopa de aleta de tiburón. Los tiburones martillo y los tiburones zorro son también víctimas de esta pesquería y sus poblaciones corren un elevado riesgo de agotamiento.
Sin embargo, los continuos desacuerdos entre las partes han imposibilitado acuerdos más amplios que hubiesen sido fundamentales para lograr la pesquería sostenible de los tiburones en el Atlántico. Finalmente sólo se ha aceptado un débil acuerdo para la liberación de los ejemplares del tiburón zorro ojón capturados con vida.
Oceana está desarrollando una campaña sobre tiburones que demanda unas medidas de gestión de tiburones más estrictas. Como parte de esta campaña, se han documentado pesquerías y descargas de tiburón en todo el mundo. Dentro de la campaña para la conservación del atún rojo llevada a cabo por Oceana y la Fundación Marviva, se ha documentado la pesquería de esta especie en el Mediterráneo en 2008 desde el buque de investigación MarViva Med.