Más de 350 embarcaciones recorren el litoral ibicenco en busca del ´raor´

Más de 350 embarcaciones de Ibiza y Formentera se hicieron ayer al mar en busca del preciado raor, Xyrichthys novacula, un pez de sabrosa carne blanca que se prepara frito y que ayer por la tarde en algunas pescaderías alcanzaba los 38 euros el kilo.
El 1 de septiembre se ha convertido para muchos aficionados pitiusos en una fecha que marcar en rojo en sus agendas, al igual que los profesionales, que se preparan con antelación para la búsqueda del preciado pescado. La captura de estos ejemplares se realiza al volantín o con caña corta. La armada clásica del sedal para el raor se monta con un anzuelo rastrero que va por debajo del plomo para buscar el fondo, y por encima del peso se colocan tres anzuelos más. El cebo preferido suele ser, por este orden: gusano, gamba, calamar y corazón de cordero. Después, la paciencia y la sensibilidad del pescador para percatarse de que la presa está enganchada resultan decisivas en esta pesca. Este año, para la mayoría de los pescadores consultados durante toda la jornada en aguas de Formentera, uno de los caladeros preferidos de las Pitiusas, la pesca había sido escasa; además, en función de las zonas el tamaño de los ejemplares variaba sustancialmente. La media de capturas por caña osciló entre los 20 y los 25 ejemplares.

Pero al margen de la pericia de los pescadores, la primera jornada de pesca del raor se ha convertido en un acontecimiento social en el que grupos de amigos y familias aprovechan para disfrutar de un día especial en el mar, mezclando afición, ocio y fiesta a bordo. A pesar de que hasta el próximo 1 de abril se pueden seguir pescando raors, los primeros días del mes de septiembre, cuando se abre la veda, concentran la mayor parte de las capturas la jornada de pesca de ayer fue más bien irregular y los pescadores consultados consideraron como una jornada «floja», la presencia de corrientes y de viento variable en la costa de Formentera, especialmente en la zona de es Caló de Sant Agustí y en es Freus, fue lo que dificultó la pesca.

Una de las claves para encontrar caladeros adecuados radica en buscar fondos de arena, pero los pescadores más avezados saben que no solo es necesaria esta característica sino que además sobre ellos se debe encontra gram, una hierba submarina que sirve de alimento a estos peces.