Los pescadores ‘abandonan’ el Segre ante la gran crecida del caudal por el deshielo
La crecida del caudal del Segre a causa del deshielo ha acabado con una imagen que se había repetido en los últimos años: la de decenas de pescadores practicando este deporte en las aguas del río.
En los últimos días, la gran cantidad de agua que lleva el Segre a su paso por l’Alt Urgell hace imposible la entrada de los pescadores al río, ya que podrían poner en peligro su integridad física.
La solución que han encontrado algunos pescadores de l’Alt Urgell es trasladarse a varios de los afluentes del Segre, como el río La Vansa, o, incluso, ir a la Val d’Aran o Huesca donde los ríos, aunque bajan con agua, no lo hacen con la misma virulencia que en esta comarca.
Un Segre sin pescadores en l’Alt Urgell es una imagen tradicional, pero en los últimos años, marcados por las pocas precipitaciones invernales, se había convertido en habitual ver sus aguas llenas de prácticantes. Normalmente, se pescaba tranquilamente desde mediados de marzo hasta mitad de la primavera, momento en el que el deshielo comportaba el crecimiento del río y el fin de la pesca.
Los pescadores prevén que se repita lo habitual y que a partir de mediados de junio, cuando la nieve de las montañas ya se haya fundido, se vuelva a poder pescar con tranquilidad y seguridad en las aguas del río Segre por l’Alt Urgell.
Por otro lado, el presidente de la Federació de Pesca de Catalunya, Albert Vidal, valoró postivamente su reunión con el conseller de Medi Ambient, Francesc Baltasar, “con el que confío que podremos reconducir la actual situación”.
En este sentido, Vidal pide que al igual que en el Pirineo, sean las sociedades de pesca las que vendan los tíquets de pesca diarios en toda Catalunya. Vidal defenderá hoy esta postura en el Parlament de Catalunya donde también pedirá que se reconozca legalmente esta función de las sociedades de pesca y la figura de los riberenys.