Galicia. Comienza la temporada de truchas con más pescadores que capturas
Empezó la temporada de la trucha y con ella los pescadores desempolvaron sus cañas, chalecos y botas para salir a su encuentro en la Galicia de los mil ríos, muchos de ellos muy degradados pero que cada vez más se reencuentran con sus peces gracias a la modalidad de pesca sin muerte.
Más de 80.000 pescadores han legalizado su afición a la pesca con una licencia pero además han de observar dos normas fundamentales: no practicarla los lunes, ni tampoco los jueves en los cotos, y no quedarse con más de ocho truchas al día de 19 centímetros cada una como requisitos estándar, pues pueden variar según la zona.
Pero hay una excepción, no está prohibido pescar truchas los lunes o los jueves si son festivos, por lo que se espera que mañana, Festividad de San José, sea el segundo gran día de pesca de esta temporada, que se inició el pasado domingo.
Éste no fue un gran día de capturas y los cotos y espacios libres contaron con más pescadores que truchas. Unos lo atribuyen a la masificación y otros a la contaminación. La polémica está servida.
Si el pescador va a las truchas para proveerse de la cena ha de tener esta última premisa muy en cuenta y quizá acompañe su cesta con los cebos de un ejemplar del Diario Oficial de Galicia con los tamaños y capturas permitidas en cada coto, lamentó el presidente de la Asociación Gallega de Pescadores y Sociedades de Pesca Fluvial, Pepe Casal.
En su opinión, tanto los días hábiles según el coto como los tamaños y cantidades establecidas deberían estandarizarse porque de esta forma, con tantas reglas distintas, es un "galimatías".
También puede ocurrir que el pescador acuda al río para experimentar únicamente el placer de pescar sin ánimo de quedarse con las truchas. Se trata de la pesca sin muerte y cada vez cuenta con más adeptos "concienciados y responsables" que "disfrutan" de la pesca pero que con su gesto contribuyen a mantener la población de peces.
Así lo manifestaron a Efe tanto Casal como el presidente de la Federación Gallega de Pesca, Pedro Romarís, y el jefe de Recursos Piscícolas de la delegación de Medio Ambiente en Coruña, Manuel Rodríguez, quien informó de que la Consellería "quiere potenciar" esta modalidad que se puede practicar desde este año en el río Xallas, además de dos tramos libres en el Anllóns y el Mera, y de los conocidos del Mero en Cecebre y del Xubia en San Sadurdiño.
Entre los ríos gallegos más importantes para ir de pesca están, en la provincia de A Coruña, el Tambre o el río grande de Baio; en Lugo el Neira, el Navia o el Eo; en Ourense su tramo del río Miño o el Arenteiro; y en Pontevedra el Ulla o el Lérez, aunque hay muchos regatos poco conocidos con mucha afluencia de pescadores, detallaron los expertos que, sin embargo, discreparon acerca de su estado.
Según Medio Ambiente y el presidente de la Federación Gallega de Pesca, los ríos están "bien" y en "buenas condiciones para pescar". Por el contrario, el presidente de la Asociación Gallega de Pescadores y Sociedades de Pesca Fluvial considera que existe un "gravísimo" problema de contaminación debido a los vertidos y obras "sin control medioambiental".
Incluso algunos de ellos, como el Arenteiro en Carballiño o el Miño a su paso por Lugo, cuentan con mejoras en su accesibilidad para minusválidos.
En cualquier caso, si a uno le gusta pescar ha de ir hasta el río para ver si puede hacerlo y, de ser así, poner en práctica su técnica favorita. La más utilizada es la de la "célebre miñoca" o cebo natural. También la de la pesca a cucharilla en su modalidad de la ballesta cuenta con muchos adeptos y es "muy típica" en Galicia, donde se pesca además a mosca con buldó y mosca seca.
Dependiendo de cuál se elija habrá que utilizar una determinada caña, o viceversa. Así, para la ballesta tendrá entre 1,30 a 1,50 metros; para la modalidad de mosca con buldó será de entre 2,40 y 2,70 metros; para la de mosca seca o ninfa puede llegar a los tres metros; y la más grande es la que se utiliza para la pesca con miñocas, que tiene entre cuatro y cinco metros, aproximadamente.
Los iniciados en la trucha tienen hasta el 15 de agosto para perfeccionar su técnica y los veteranos para disfrutar de su afición. Si se quedan con ganas de más, la temporada del salmón y el reo empezará el 1 de mayo y acabará el 30 de junio.