El domingo se cerró la temporada de pesca del salmón en el río Bidasoa

Entonando el pamplonica "pobre de mi", el domingo se cerró la temporada de pesca del salmón en el río Bidasoa.
Pero tras una dura y pobrísima campaña, la alegria para Carlos Gallo Vilches se producía al medio día en forma de clavada de un bicho de 2,520 kilos, capturado de Villanueva para abajo y a quisquilla. Despues el cierre y hasta otro año.

El salmón capturado el domingo contabilizó como el décimo ejemplar de este año.

«Ha sido el peor año desde 1985. En aquella ocación de capturaron 8», explica José Mª Gainza, uno de los veteranos que apunta todos los datos que tienen que ver con el salmón del Bidasoa.

Los pescadores consultados están de acuerdo. Hay años en los que los números de capturas descienden. También son menos los salmones que remontan el río a partir de noviembre para desovar y que son contabilizados en la escala salmonera de Bera. El último conteo, realizado en invierno, fue de 137 salmones, 163 reos y 564 truchas. Pero siguen pensando que las cifras mejorarán. «En dos o tres años, parece que se recuperan. Lo cierto es que es una incógnita lo que ocurre», añaden.

Los salmoneros se reúnen cada año el último día de la temporada, en Endarlatsa y este domingo compartieron los últimos momentos de pesca.
Este año los salmoneros han tenido que vestirse de luto y despedirse de dos compañeros, de los llamados históricos por la cantidad de horas que han dedicado a la pesca del salmón y habituales en el Bidasoa: José Esteben Telletxea y Andrés Urzelaieta.