El Principado «promoverá la convivencia» entre pescadores y canoas en los ríos
La Consejería de Agoganadería y Recursos autóctonos «promoverá la correcta convivencia, el respeto mutuo y el equilibrio responsable entre las empresas de turismo activo y los pescadores». Así se lo hizo saber el viceconsejero de Recursos Autóctonos, Luis Peláez, a los representantes de la Asociación de Empresarios de los Picos de Europa (Incatur) durante el encuentro que mantuvieron ayer.
El objetivo de esta reunión era tranquilizar a las empresas de turismo activo después de la polémica surgida la pasada semana cuando el propio Peláez afirmó en la Junta General que «el salmón está en riesgo, cada vez hay menos capturas, y donde las piraguas pongan en riesgo las poblaciones piscícolas desarrollaremos la reglamentación para que no lo pongan más». Estas declaraciones, sumadas a que el programa electoral de Foro Asturias proponía «limitaciones horarias y cupos a la navegación en determinados tramos fluviales y prohibición rigurosa en el resto», sembró el nerviosismo en este sector.
Ayer, en el encuentro que mantuvo Peláez con los representantes de Incatur, Alberto García Cachafeiro y Miguel Martínez, el viceconsejero les aseguró que lo que pretende el Ejecutivo regional es «respetar la normativa que anualmente se viene enviando a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) por parte de los anteriores Gobiernos autonómicos».
«El objetivo es hacer compatibles las actividades de turismo activo con la pesca fluvial», les recalcó Luis Peláez a los representantes de Incatur, e insistió en que «ningún miembro del actual Gobierno regional ha hablado nunca de restricción alguna en esta materia». Luis Peláez informó a García Cachafeiro y a Martínez que la previsión de la consejería de la que es el número 2 es elevar, a principios del próximo año, «un informe propuesta a la CHC», que es el organismo que emite las licencias de navegación, restringe las zonas y establece los horarios de los ríos.
Por su parte, Alberto García Cachafeiro indicó en nombre de Incatur que este colectivo de empresarios se ha quedado «más tranquilo» después de la reunión mantenida con el representante del Gobierno regional, aunque señaló que «esperaremos a ver publicada la normativa para ver si realmente se cumple lo que nos han dicho» desde el Principado.
El Sella y el Cares
La amenaza de un posible veto a las piraguas en los ríos salmoneros de Asturias ha creado una fuerte polémica en la comarca del Oriente donde el descenso de canoas, tanto en el Sella como en el Cares, se han convertido en uno de los principales atractivos turísticos de esta parte de la región.
De hecho, tan apreciada es esta actividad entre los visitantes que en torno a ella han surgido hasta 21 empresas que dan empleo a cerca de 400 trabajadores. Según los datos facilitados por la Asociación de Turismo Activo, el descenso en piragua sigue atrayendo cada año al Sella a 250.000 personas. Y eso que desde que comenzó la crisis estas empresas han visto reducidas sus actividades un 15%. Aún así las canoas destinadas al ocio turístico generan una media de 100 millones de euros al año que se quedan en la comarca del Oriente.
Los alcaldes de los tres municipios que en principio se verían más afectados por un posible recorte a la actividad de estas embarcaciones para proteger la población del salmón -Cangas de Onís, Parres y Ribadesella- han manifestado a lo largo de esta semana que confían en que la nueva normativa del Principado permita compatibilizar ambas actividades. Y es que para estos tres concejos, en los que buena parte de su población vive directa o indirectamente del turismo, es muy importante que no se pierdan los visitantes que disfrutan de las canoas, pero tampoco que se perjudique a los pescadores, ya que también su presencia es muy apreciada.