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Asturias. Un inicio de campaña con los ríos vacíos

La modalidad de pesca sin muerte apenas reunió un centenar de pescadores en las orillas de los ríos asturianos en la apertura de una temporada atípica.

Un día gris, sin sol, además de no reinar el ambiente festivo que supone el echar a tierra el primer salmón de la campaña, el campanu. El Narcea fue el único río que congregó pescadores para la nueva práctica de pesca sin muerte. Desde el coto de Puente Láneo hacia abajo se vieron un buen número de cañas, que repitieron su presencia en otras conocidas partes como Barzaniellas, Carbajal, el Regato, La Isla y Puente de Quinzanas. Según informó la guardería del Narcea, sita en el centro de precintaje de La Rodriga, tres ejemplares fueron prendidos para, de nuevo devolverlos a la vida, lo que por primera vez parece que se llevó a cabo con bastante éxito. Pero no fue lo mismo, porque la fiesta del primer día de la pesca del monarca de los ríos en el Narcea no existió, ya que el aliciente para los aficionados es ver la subasta del campanu, que en los últimos años se lleva a cabo en Cornellana. Todo ello deberá de esperar casi mes y medio. Si se tiene en cuenta que ayer era festivo, la presencia de pescadores a lo largo de la semana parece que va a ser testimonial, por lo que hasta el 1 de mayo el ambiente parece que va a brillar por su ausencia. Para unos será un forma de recuperar esos salmones grandes de invierno que preservan la especie con sus fértiles desoves. Sin embargo, para otros, «es una forma de echar a los pescadores y ribereños para casa» Al movimiento que se produjo en el Sella se dio a la vez una curiosa circunstancia, con una huelga de 'cañas caídas' promovida por la Asociación de Pescadores de El Esmerillón, que una vez más manifestó su malestar por la nueva normativa. Protesta en el Puente Romano Este colectivo, junto con numerosos ribereños, se manifestó en el incomparable marco del Puente Romano, donde reinó un ambiente de protesta total. Antón Caldevilla volvió a arremeter contra las reestricciones y explicó que «hasta el día 1 de mayo no habrá nadie en el río, pues como es lógico no se vendieron cotos, porque ¿quién va a venir para echar otra vez el pez al agua?» El presidente del Esmerillón añadió que «es triste un día como este sin pescadores, porque ni en Rozaones ni en las zonas libres habituales se ha practicado esta modalidad, que en muchos de los casos es perjudicial, porque el pez muere del esfuerzo realizado». Cabe recordar que esta fue la única de las asociaciones que se mostró en desacuerdo con los puntos más importantes que cambian la pesca del salmón este año. El inicio de la campaña en otros ríos asturianos no fue reclamo, puesto que ni los ribereños más habituales sacaron la caña para ahora devolver el pez al agua. El Eo estuvo vacío. Ni siquiere se vieron aficionados en lugares como la zona libre de Xesteira o cotos de gran renombre como A Ponte Nova, El Cairo y Abres, entre otros. Lo mismo ocurrió en el Esva, donde ni en Piedra Blanca hubo los típicos curiosos que se acercan a escudriñar el río para ver si se avistaba algún ejemplar en los pozos de este fructífera reserva salmonera. Asimismo, el Navia y el Porcía también estuvieron vacíos. Al otro lado del Principado, en el Cares, la afluencia de pescadores fue testimonial. No se vio a nadie practicando la pesca sin muerte ni siquiera por cotos tradicionales como La Reversa de Niserias, Miñances, Mildón, Arrudo, Rubena, La Higar, Monejo o la parte alta de Pared del Agua, en las cercanías de Cabrales. A fin de cuentas serán 41 días largos de espera, que harán aún más eternos, porque la apertura también se retrasó en las comunidades limítrofes de Cantabria y Galicia.