Parques Nacionales asegura que fue imposible
Índice del artículo
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- 12/12/2002. A pequeñas dosis
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«Hicimos todo lo que se podía haber hecho, pero el enemigo era tan grande que cualquier cosa que se hubiera hecho podría haber parecido poca cosa.
Créame, no sé si humanamente era posible haber hecho más, pero le aseguro que hemos hecho todo lo posible». Quien así se manifiesta es Basilio Rada, director del organismo autónomo Parques Nacionales, del Ministerio de Medio Ambiente, quien no duda en afirmar que la marea negra en general y su incidencia en particular sobre el Parque Nacional Illas Atlánticas ha supuesto una «auténtica catástrofe ecológica».
«Esto es lo que ha ocurrido -precisa-, pero ahora es el momento de ponerse a trabajar con el objetivo de dejar el parque como estaba antes de que se produjera el desastre, e incluso mejor, con la aplicación de un plan de ordenación de los recursos naturales y pesqueros que ya habíamos iniciado antes del accidente y con el que seguiremos adelante».
Para los ecologistas, sin embargo, Medio Ambiente sí pudo haber hecho más, como la instalación de barreras transoceánicas antes de que llegase el vertido tóxico.
Sobre este aspecto, Basilio Rada explica: «Cuando preveíamos lo que iba a pasar, Parques Nacionales sondeó el mercado en España para encargar todo tipo de barreras y sólo pudimos comprar 1.100 metros, que eran las que eran. Desde luego, hoy por hoy, las barreras no son la solución».
Rada asegura que, dentro del plan de prevención que puso en marcha el ministerio, el primer día de la llegada del fuel a Sálvora, el martes, había un retén que en la misma jornada recogió cuarenta toneladas de fuel depositadas en la costa. Pero lo peor llegó el miércoles. «Aunque hubieran llegado 10.000 personas para realizar la limpieza no podríamos haber hecho nada.
El mar estaba lleno de manchas de chapapote y era literalmente imposible recoger todo lo que llegaba. Sólo podíamos hacer lo que ha hecho toda Galicia, una lucha titánica para detener el vertido», sostiene.
Fondo
Pero el verdadero peligro, la sedimentación de los fondos marinos debido al asfalto y a las partículas tóxicas del fuel, aún no se ha evaluado. Más de la sexta parte del Parque Nacional (7.338 hectáreas) corresponden a la rica superficie marina, que puede ser la más afectada al quedar desequilibrado el ecosistema en contacto con el hidrocarburo. Los biólogos empezarán a analizar este aspecto a partir de la próxima semana.