En paralelo y cercana a la franja litoral discurre una parte de la Cordillera Cantábrica con su mayor elevación en el pico Torre Blanca (2.619 m) y que condiciona el régimen de vientos y el clima.
Mar y costa impresionante, el primero bravo y sin duda muy generoso la segunda, cincelada por el, forma una perfecta conexión natural. Con un tiempo temible, el proveniente del SW al NW, principalmente en invierno, que nos ofrece pocos puertos o zonas de refugio: Castro Urdiales, Laredo, Santander... donde se puede complicar su acceso con mal tiempo. Los otros puertos con este meteoro en escalas altas de Beaufort o Douglas se pueden hacer inabordables para barcos con calado superior a 2,5 m. y ciertamente complicadas para la tipología de las embarcaciones recreativas. En verano, el semipresente Nordés empujará tus velas y como no suele levantar mucha ola no te dificultará la navegación a motor.