La Costa Cantábrica. Introducción
Es verdaderamente fácil sintetizar en pocas palabras las sensaciones sentidas cuando navegas desde la Punta del Covarón, límite de Cantabria con el Pais Vasco hasta la Ría de Tina Mayor ya al W colindando con el Principado de Asturias.
Con una clara dirección costera E a W y como característica principal peñascosa, accidentada, cincelada por la mar pero generalmente con mares limpios de bajos, la costa de Cantabria, puede parecer dura para aquellos navegantes acostumbrados a los fondeos, la tortilla y los refugios seguros. El mar cántabro bate un litoral, generalmente sinuoso formado por acantilados, playas y unas pocas calas donde puede intimidar su fuerte oleaje. No dispone esta configuración costera de muchos fondeaderos, los que iremos detallando en este derrotero.
Su costa y sus pueblos costeros, todos con sabor a mar e historia, nos proporcionarán plácidas sensaciones facilitadas por un bello paisaje costero, eclosión de un sin fin de colores en tierra, pueblos donde lo general es una genuina unión y mezcolanza de villas pesqueras con villas señoriales y superior riqueza histórico-artística. Una gastronomía rica, variada, con una base de productos naturales de su tierra y de sus aguas.
Tierra, mar, colores, historia... han influido en el ser y sentir de sus habitantes, gentes abiertas, afables, campechanas que moran y aman profundamente su Comunidad. Estrecho abrazo con su entorno del que derivan gran parte de sus tradiciones. Si a lo anterior le añadimos algunas muy buenas instalaciones náutico deportivas. ¿Quien da más?. ¿No es fácil imaginarnos el disfrute?. ¿No son ingredientes suficientes para navegarlas, sentirlas y disfutarlas?.
Cantabria cuenta con la mayoría de su población viviendo junto al mar y donde mandan sus rías, sus parques naturales, zonas protegidas y las playas, sin duda de las mejores, de todo este litoral norteño. Grandes y pequeños dorados arenales, sistemas dunares y humedales plenos de vida, perfecto paradigma para el avistamiento de aves y ecosistemas, así como el tránsito de cetáceos desde sus cabos. Pero además, esta Comunidad Autónoma dispone de un enorme catálogo de atractivos turísticos. Desde su gran patrimonio prehistórico (Altamira) a otros no menos importante en las edificaciones que configuran un urbanismo referenciado a diferentes influencias arquitectónicas: Santillana del Mar, San Vicente de la Barquera, Comillas, Laredo... y su capital, Santander.
De los deportes náuticos, el surf, la vela, kitedurf, la pesca o el kayak de mar y el remo, así como el submarinismo se practica activamente en playas, costa y mares, siendo Santander igualmente su capital náutica sin olvidar a Castro Urdiales y Laredo. En tu visita a estas costas, será el surf en todas sus especialidades lo que más te llamará la atención; sus playas de olas se convierten durante todo el año en arenales cosmopolitas donde el español, francés, inglés, alemán... son idiomas comunes entre una maraña de tablas, autocaravanas, furgonetas y cualquier vehículo que pueda transportar lo necesario para practicarlo. Comarcas como Ribamontán al Mar o Suances sin ser exclusivas saben muy bien de que estamos hablando. Y se le niega la exclusividad ya que desde Castro Urdiales a las Tinas, en todos los arenales y algunas rompientes verás cuerpos protegidos por neoprenos esperando esa derecha o izquierda que los deslice hasta la arena.
Los puertos están bien acondicionados, de entrada generalmente fácil con buen tiempo en los orientales y para expertos cuando las condiciones de tiempo no son buenas, y la marea declina en los puertos del occidente. Los espacios reservados para la náutica de recreo son abundantes desde Castro hasta Santander, mientras que los del occidente suelen estar ocupados por residentes. La ocupación puede llegar casi al completo en temporada alta, Los tránsitos suelen ser de barcos de la vecina Euskadi y algún norte europeo.
Generalidades de la costa de Cantabria
Considerado tradicionalmente un “mare tenebrosum”, peligroso y de difícil para los mareantes, la historia cuestiona esta visión. Así desde la dominación romana, en sus bahías y ensenadas surgieron asentamientos humanos -astures, cántabros y vascones- que hicieron de la pesca su principal actividad económica, y que con el tiempo llegaron a tener gran importancia, como demuestra el surgimiento de la Hermandad de las Cuatro Villas o de la de las Marismas, federaciones de puertos que conformaron un poder naval y económico de primer orden en el Arco Atlántico.
Su perímetro costero contando estuarios de ríos y las pequeñas islas mide 135 M y la franja costera tiene una media de 10 km de ancho, no llegando a superar los 500 m de altitud. En su caída al mar se configura en abruptos acantilados, modelando una costa alta y recortada en el que se van alternando las rías y estuarios sin grandes sinuosidades, con los acantilados y rasas rocosas, que dan lugar a numerosos ambientes marinos. En paralelo y cercana a la franja litoral discurre una parte de la Cordillera Cantábrica con su mayor elevación en el pico Torre Blanca (2.619 m) que condiciona el régimen de vientos y el clima.
Mar bravo y muy generoso, costas impresionantes, cinceladas por la erosión, ambas en perfecta conexión natural.
Con un tiempo duro, el proveniente del SW al NW, principalmente temible en invierno, con pocos puertos o zonas de refugio: Castro Urdiales, Laredo, Santander...; donde se puede complicar su arribada con mal tiempo. Los otros puertos, con este meteoro en escalas altas de Beaufort o Douglas, se pueden hacer inabordables para barcos con calado superior a 2,5 m y ciertamente complicadas para la tipología de las embarcaciones recreativas. En verano, el semipresente Nordeste empujará tus velas y como no suele levantar mucha ola no dificultará la navegación a motor.
Es lo natural del Cantábrico, días con una luz inigualable y otros donde las nubes la apagan. Con maretón muchas veces presente y la gran contrapartida: cada milla una admiración. Paisaje costero, con sus cabos, ensenadas, acantilados que simulan formas que estimulan la imaginación. Sin duda es un mar exigente para singlarlo pero en contra la navegación recreativa, la pesca, el buceo en todas sus especialidades, el avistamiento de aves o cetáceos o la fotografía compensan cualquier dificultad.
Un mar de transición entre los fríos del Norte y los templados meridionales, circunstancia que sumada a su plataforma continental que avanza pocas millas mar adentro hasta llegar a profundidades de 3.000 m y la fosa marina que viene del W y alcanza 4300 m a la altura de Vizcaya, originan ser ecotono de especies de aguas frías y la existencia de una flora y fauna propia de mares más cálidos. Posee una salinidad media del 35%, aunque este dato varía mucho en función del régimen de lluvias. Tiene una significativa amplitud de marea y es atravesado por la Corriente del Golfo.
Las bajas presiones centradas sobre las Islas Británicas y Mar del Norte, en combinación con el anticiclón de las Azores, dan origen a los NW; que manteniendo su dirección y velocidad constantes su prolongado “fetch” hace que se generen olas que oscilan entre 2,5 y 3 m de altura. En condiciones muy particulares, más propicias en los meses de abril-mayo y septiembre-octubre, los vientos del Oeste pueden alcanzar magnitudes de galerna con olas que llegan a superar los 9 m de altura. Hoy perfectamente detectadas y avisadas.
Durante los meses de verano predominan los vientos del NE al NW y a partir de septiembre Sures y NW.
En Cantabria, cuando los vientos soplan del sur, el efecto foehn despliega todas su potencia. Son vientos ya de por sí secos, pero que se resecan aún más al dejar la humedad en la vertiente sur. Tras pasar por las cumbres de la cordillera a más de 1.800 m de altitud comienza a descender rápidamente y a recalentarse hasta llegar al nivel del mar. Son vientos muy fuertes e inesperados. Este meteoro puede cambiar el tipo de clima en cuestión de horas, y pasar de un nublado y fresco (8ºC) a otro soleado, ventoso y caluroso (30ºC). Es una situación esporádica que se repite varias veces durante el invierno. Son más fuertes si tienen una componente SW o SE. Cerca da la costa no levantan mucha mar, pero a partir de una milla, cambia la condición, aunque no nos aconcharán a las rompientes.
Las Galernas: Es un caso particular de temporales atípicos de las costas norte de la península, caracterizados por la brusca aparición de vientos del W y NW. Suelen ser violentas y de súbita aparición.
Su clima marítimo por excelencia presenta ligeras variaciones de temperatura, suaves inviernos y veranos templados, un cielo que suele presentar alguna nube y frecuentes lluvias, aunque menores durante el verano. Un clima típico en la Europa occidental aunque más cálido.
Para finalizar comentaremos que las estadísticas indican que en verano, las nieblas y las lloviznas se encuentran en la misma proporción que la zona del Canal de la Mancha. Las corrientes vienen determinadas por los vientos reinantes, estos suelen ser en invierno del W por lo que en esta época la dirección de las aguas es comúnmente hacia el E, llegando a alcanzar con temporales de aquella dirección 3 o 4 nudos y hasta 5 algo desatracado de la costa.
La costa de Cantabria resulta particularmente variada al ofrecer la alternancia de tres tipos de formaciones geomorfológicas: los acantilados (altos y tendentes al desarrollo rectilíneo), los estuarios, rías y las playas. Un diferenciador con la costa vasca es la presencia de rías, que le dan un perímetro más enrevesado; rías que toman nombre propio; por ejemplo, la ría de Mogro es la desembocadura del Pas, y la ría de Cubas la del Miera. Las formaciones más espectaculares de acantilados se encuentran en Santoña, en Oriñón, en la costa desprendida de Liencres y en torno a las rías de Tinamayor y Tinamenor. Barreras calizas que se oponen a la acción de las olas y que la erosión ha posibilitado la formación de pequeñas islas, muchas perforadas y con hermosas y profundas cuevas, y otras en un singular equilibrio sobre pequeñas bases. En fin, os aseguro que de gran espectacularidad.
El Cabo Ajo es el punto de inflexión del litoral cántabro que discurre inicialmente en sus primeras 20 M al NW desde la Ensenada de Ontón y Castro Urdiales hasta Ajo para desde aquí discurrir al SW hasta Tina Mayor donde remata la Comunidad.
Más de 100 playas de muy diferentes tamaños, que van desde los 5 km de la playa de La Salvé en Laredo, hasta pequeñas calas. En todas ellas predominan las arenas finas y doradas que en algunas ocasiones, como en Oyambre, declarado Parque Natural y, sobre todo, en Liencres, dan lugar a sistemas de dunas en mayor o menor grado de regresión. Comentado anteriormente estas playas son en su mayoría paraísos del surf, con celebraciones de eventos internacionales que van desde la pura competición hasta deporte extremos como es la zona de grandes olas a partir de Cabo Mayor en dirección a poniente.
Cantabria es para la a navegación deportiva a vela, uno de los grandes referentes peninsulares. Cruceros y de vela ligera compiten o pasean habitualmente durante todo el año principalmente en Santander y Laredo.
Es la navegación a motor la preponderante en sus puertos, donde gran cantidad de náutas dedican sus momentos de ocio a la pesca desde embarcación o a tentar durante la temporada al preciado bonito del norte.
El submarinismo tiene en la isla de Mouro un paraíso con el considerado mejor ecosistema del Cantábrico, sin olvidar la costa del Buciero en la costa de Santoña.
Hoy otras modalidades náutica como el kayak de mar o la pesca desde kayak que van adquiriendo más adeptos, pues este mar y esta costa, en cuanto la conozcas, te marcará con un estigma que nunca olvidarás.
Los puertos están bien acondicionados, de entrada generalmente fácil con buen tiempo y para expertos cuando las condiciones de tiempo no son buenas, ofrecen unas 4.000 plazas entre amarres y fondeos aunque la oferta segura para tránsitos se reduce a las instalaciones náutico recreativas de Laredo y Santander.
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