“Prince de Bretagne 80”, Lemonchois espera una ventana de viento
Hasta el próximo 25 de diciembre Lemonchois tendrá que ser paciente para lanzarse a por el récord entre Brest e isla Mauricio. Las borrascas del oeste no dan tregua hasta la Navidad.
Pendiente de una ventana favorable. Lionel Lemonchois tendrá que ser paciente antes de lanzarse a por el récord oceánico entre el puerto de Brest y el de Port Louis en isla Mauricio. Una travesía de 8.800 millas por el océano Atlántico, de Norte a Sur, dejando cabo de Buena Esperanza por babor para después adentrarse en las aguas del océano Indico hacia isla Mauricio, al este de Madagascar.
Desde hace unos días Lemonchois ya está listo para zarpar de Brest, pero la predicción meteorológica no juega a su favor. El eterno tramo entre la Bretaña francesa y nuestro querido cabo Finisterre siempre es un escollo, el buen estado de la mar, y el viento, en las aguas del golfo de Vizcaya son vitales antes de poner rumbo sur.
Siguen llegando bajas presiones atlánticas desde la costa este del continente Norte Americano, con viento intensos que superan en algún momento los 45 nudos de intensidad. Visto los mapas meteorológicos, parece ser que hasta el día de Navidad no podrá soltar amarras el “Prince de Bretagne 80”. Y de hacerlo, esperemos que el efecto muelle, o elástico, le permita descender con rapidez hasta las islas Canarias y engancharse en los Alisios hasta el paso del Ecuador.
El “efecto muelle” le llaman así los patrones oceánicos a una condición favorable de encadenamiento de altas presiones en el océano Atlántico para entrar con rapidez en el Indico, como si fuese una “catapulta”. Una condición que analizan con mucho detenimiento los meteorólogos, y routier´s (navegantes en tierra), de los equipos cuando se enfrentan a récords vueltamundistas.
c) Dury Alonso