Aritz Aranburu se proclamó campeón del Cabreiroá Pantín Classic
La “factoría de olas” como se conoce Pantín en el mundo del surf nunca defrauda y siempre sorprende.
Ayer, las olas que rondaron la playa durante toda la jornada no tuvieron gran envergadura, pero un persistente viento de noroeste provocó que el oleaje fuera duro y las condiciones durísimas, sobre todo durante la final. Con tal panorama, el vencedor ya no fue solo el que realizó maniobras de mayor calidad, sino el que supo lidiar y adaptarse mejor a las exigencias del guión y ese no fue otro que el surfista vasco Aritz Aramburu, solvente como pocos durante toda la semana. El de Zarauz derrotó en la final a la gran sensación del campeonato, el argentino Santiago Muñiz, hermano pequeño de Alejo –número 14 del mundo–, quien demostró en el arenal de Ferrolterra que esto del surf lo lleva en los genes.
Pero, para llegar a la final y protagonizar su espectacular cara a cara, ambos tuvieron que lidiar con huesos bien duros en las semifinales en las que el sudamericano apeó al australiano Chris Friend. Fue, sin duda, una de sus mejores actuaciones del campeonato, logrando una puntuación de 14,06, cinco puntos por encima de su oponente. Similar distancia a la que se situó Aritz Aranburu del suyo, el irlandés Glenn Hall, que poco pudo hacer ante la solvencia de sus adversario.
Final > Y llegó el momento decisivo, el que aficionados y surfistas llevaban esperando desde que el martes arrancó la competición, una final que, como siempre en el Cabreiroá Pantín Classic, se convirtió en un espectáculo. Santiago Muñiz se ubicó a la derecha de la montaña, en el “Lomo Verde”; Aritz prefirió hacerlo en la zona del medio y lo cierto es que esa elección pudo condicionar el resultado final pues ahí comenzó a apuntalar su victoria montando las mejores olas de izquierda.
El vasco dejó que su adversario tantease el mar con algunas olas de las que apenas sacó rendimiento. Cuando él se puso manos a la obra lo hizo para asestar un golpe casi definitivo con una ola que finalizó en un vertical muy potente que le valió un 7,17 de puntuación y tomar así la iniciativa en el marcador. “Al principio intenté acercarme al pico por la derecha, peo pronto me di cuenta de que había mucha corriente y las olas estaban algo raras. Me fui al medio y las cosas fueron mucho mejor”, aseguraba un Aranburu quien también reconocía que había remado tanto que se quedó sin fuerzas en la recta final de la competición.
Para cuando se llegó al ecuador de la manga Aritz Aranburu sumaba 12,84 puntos por los 8,93 de su oponente y esa presión obligó a Santiago Muñiz a arriesgar en sus siguientes intentos en los que, sin embargo, ni encontró la ola buena ni fue capaz de encadenar maniobras suficientes como para mejorar su puntuación cuando ya las ondas comenzaban a escasear y su frecuencia a disminuir.
Por el contrario, el surfista de Zarauz sí sacó partido a una de las últimas ondas que tomó, lo que le permitió aumentar todavía más su ventaja hasta lograr completar una ficha de 13,67 puntos que le dieron el título.
Conexión hispana sobre las olas
Que el mejor surfista español del momento se haya coronado como rey del último Cabreiroá Pantín Classic no hace más que agrandar la estela de una competición cuyo palmarés cuenta con varios vencedores de renombre dentro del surf mundial. Aritz Aranburu demostró en las aguas del arenal departamental el por qué se encuentra entre los mejores surfistas del mundo –actualmente ocupa el puesto 52– y cuáles fueron las razones que lo llevaron a codearse con la elite de la disciplina en dos temporadas consecutivas. En Pantín mostró un surf potente, fluido y vivaz, pero también, especialmente en la final, la serenidad suficiente como para convertir una buena elección de olas en un arma estratégica para alzarse con la victoria.
Con el trofeo que lo acredita como vencedor en una mano y el cheque de seis mil dólares en la otra –además aumentará en 2.000 puntos su estadística personal–, el surfista de Zarauz se mostraba exultante con un triunfo que ha llegado en una de esas citas casi obligadas en su calendario: el Pantín Classic. “Es un placer venir aquí y a Galicia. Me lo pasé genial. Aquí la gente es estupenda y me he sentido como en casa”. Aritz Aranburu, que dedicó la victoria a su madre, quien lo acompañó toda la semana en Pantín, también alabó las condiciones de una playa en la que las olas nunca fallan y en la que los surfistas se han desquitado de lo acontecido en las últimas citas europeas del campeonato, en las que las ondas no fueron especialmente grandes.
Revelación > Con solo 17 años poder codearse con los surfistas a los que admira es el mejor recuerdo que Santiago Muñiz, el otro finalista, se lleva de Pantín Classic, una prueba en la que se estrenaba y en la que aseguró haberse sentido “muy contento”. El deportista argentino, que agradeció tanto a sus patrocinadores como a los del campeonato el esfuerzo para facilitar pruebas como esta, no dudó en asegurar que su segunda posición, los buenos recuerdos que le quedan de la prueba y la grata impresión que esta le produjo son una garantía de que “volveré siempre”.