La OTAN evita un segundo ataque de los piratas somalíes en menos de 48 horas
El barco belga 'Pompei' sigue secuestrado y se dirige hacia Somalia vigilado por una fragata internacional
La OTAN consiguió este domingo evitar por segunda vez en 48 horas un ataque pirata contra los barcos que surcan el golfo de Adén, una suerte que no acompañó al barco belga Pompei, que sigue secuestrado y se dirige hacia Somalia vigilado por una fragata internacional. Desde que fue asaltado en torno a las 03.00 GMT del pasado sábado, no se ha conseguido establecer ninguna comunicación con la tripulación del navío belga ni con los piratas. Así lo explicó este domingo el portavoz del gabinete de crisis del Ministerio del Interior belga, Benoit Ramacker, durante una comparecencia en la que no aceptó preguntas "para no poner en riesgo a los diez tripulantes ni la investigación en curso".
Una fragata española de la misión europea Atalanta era la que se encontraba más cerca del Pompei cuando este domingo fue secuestrado cien millas al norte de las islas Seychelles y obligado a dar media vuelta hacia Somalia.
Tras tomar desde un helicóptero fotografías que confirmaron el suceso, la fragata comenzó a perseguir al navío secuestrado, junto a otros dos barcos de guerra franceses.
Este domingo el responsable del centro de crisis se limitó a decir que "un barco se encuentra en los alrededores" del "Pompei", sin querer especificar su nacionalidad o la operación internacional en la que se enmarca su misión.
En las peligrosas aguas del golfo de Adén tratan de garantizar la seguridad del tráfico marítimo la misión europea NAVFOR/Atalanta y otra de la OTAN, además de la Fuerza Combinada 151 creada por EEUU, y barcos de nacionalidad rusa, india, japonesa y china.
En las últimas 48 horas, barcos de la Alianza Atlántica han asestado duros golpes a los piratas, al liberar una fragata holandesa a veinte pescadores yemeníes y evitar un navío canadiense el ataque a un carguero noruego. Sin embargo, tanto en un caso como en otro los secuestradores capturados han tenido que ser liberados inmediatamente, debido a que las legislaciones holandesa y canadiense no permiten que permanezcan detenidos bajo su jurisdicción.
En cuanto al Pompei , según las observaciones aéreas más recientes, se ha desplazado unas 150 millas (270 kilómetros) tras su captura y se dirige a las costas somalíes. Por su velocidad, de siete nudos por hora, debería llegar a este país el miércoles.
Las fotografías obtenidas muestran cómo una pequeña embarcación, que podría estar conducida por piratas, sigue de cerca al Pompe i.
Este buque especializado en obra marítima (SSDV, Side Stone Dumping Vessel) tiene 68 metros de eslora y 1.850 toneladas y había salido de Dubai en dirección a Durban (Sudáfrica).
El Gobierno belga convocó para este lunes un Consejo de Ministros restringido para continuar evaluando la situación.
La ONU y la UE han convocado los próximos miércoles y jueves una conferencia para recaudar fondos y trazar un plan que aliente la estabilidad de Somalia y sus aguas más próximas.
Según el Centro Marítimo Internacional, más de ochenta embarcaciones han sufrido ataques en lo que va de año en las costas de Somalia, una tendencia creciente en estos momentos debido a la llegada del buen tiempo.
Además, este domingo fueron secuestrados dos empleados extranjeros de la sección holandesa de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el suroeste del país. Los trabajadores humanitarios y periodistas, tanto nacionales como extranjeros, se han convertido en objetivo de bandas armadas, que pretenden cobrar fuertes rescates por su liberación, y también de milicias que se oponen a su trabajo en el país, donde gran parte de la población vive en la pobreza y precisa de ayuda.
Somalia vive una situación de anarquía desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre y tomaron el poder "señores de la guerra", al frente de grupos armados privados, que se disputan el control del territorio con milicias armadas integristas islámicas.