'Colón: El secreto mejor guardado'

El viaje de Cristóbal Colón que permitió el descubrimiento del llamado nuevo mundo, pudo haberse financiado en parte con el dinero que aportó a la expedición, Luis de Santangel, conocido también como Santangel el Joven. Este personaje (banquero y amigo personal del Rey Fernando el Católico) aportó una gran cantidad de dinero a la primera expedición colombina que descubrió América. Ese dinero salió, probablemente, de los beneficios que le daban las Salinas de la Mata, de las que era concesionario.

Santangel, de origen y religión judía, estuvo perseguido y fue un amigo personal de Fernando el Católico, quien le permitió recuperar su libertad y sus posesiones.

Las Salinas de la Mata, según explica Oscar Villar, eran en aquella época «muy importantes y su producción muy elevada». La sal era imprescindible en aquel entonces para conservar los alimentos destinados a los ejércitos en buen estado, al comercio, así como al transporte de salazones.

Villar precisa que las Salinas de La Mata desarrollaban una importante producción separadas de las de Santa Pola.

Las cantidades que Santangel aportó a la empresa fueron superiores a los 600 millones de maravedíes, que junto con otras cifras aportadas por la Corona, supondrían en cifras actuales «alrededor de los 3.500 millones de euros». Una cantidad que para Villar «desmiente las afirmaciones de que el descubrimiento se realizó con pocos fondos».

El enigma de Colón

El libro es, sobre todo, «un estudio científico, en el que se analiza, desde el punto de vista de un marino, la tecnología de la época, los instrumentos náuticos y las derrotas de los barcos». Pero también aporta nuevos datos, fundamentados y analizados, sobre el personaje histórico.

Para el autor, «Colón sabía perfectamente que estaba descubriendo un nuevo mundo». Y lo sabía, porque conocía «datos técnicos y cartográficos».

Fue el primero en aplicar la «derrota de los veleros». Una ruta que permitió salvar el escollo del Mar de los Sargazos, donde años antes de esta expedición, una flota portuguesa se había quedado bloqueada.

Por ello, Colón realizó una derrota mucho más larga, pero que le llevó al Nuevo Mundo. Y según Serrano «conocía perfectamente, día a día la derrota que debía seguir y así se reflejaba en el ahora perdido Cuaderno de Bitácora». Esta ruta le habría llevado directamente a Orlando (Florida), «de no haber sido por la impaciencia de su tripulación que le hizo desviarla para llegar, unos días antes, a La Española». «Eso demuestra que Colón conocía la ruta y la varió».

Lo que no se ha podido averiguar, a falta de la documentación, fueron las razones por las cuales mintió respecto al punto al que tenía previsto llegar.

Los conocimientos de Colón, venían de su información sobre una nueva cartografía, desconocida hasta entonces, y elaborada a partir de la de Toscanelli, con las aportaciones de un marino italiano que residió en China, Di Conti, y las que también aportaron en la Escuela de Sagres.

Todos estos datos le hacen afirmar a Oscar Villar que «Colón era un navegante y un científico. Quienes afirman que era un comerciante al que un día se le encendió una luz, están equivocados».

Hay otras aportaciones interesantes en este libro: Sobre el origen judío de Cristóbal Colón, sobre las razones por las que partió cuando partió (y no antes o después), y sobre las razones que le impulsaron a llevar a cabo la empresa que cambiaría la faz del mundo.

El autor de Colon: El secreto mejor guardado, afirma a propósito del origen judío del navegante que éste se planteó el descubrimiento casi como una cruzada. Asegura que la fecha de partida de Colón, marca el inicio de la persecución de los judíos, y que se esperó a que partieran las carabelas, precisamente por que se conocía su origen.

Asegura también que uno de sus hermanos fue condenado y quemado en efigie, ya que huyó de la Inquisición, precisamente por profesar la religión judía.

Por eso, basándose en el hecho de que los Libros dicen que «el Templo se reconstruirá con el oro de las indias», es por lo que Colón, podría intentar cumplir con el mandato de David, según Villar.

Otro argumento que reafirma la tesis del origen judío es que se inició su proceso de canonización, pero cuando tenía el beneplácito de los Papas, alguien en la Comisión paró la canonización. «En el fondo de todo esto subyace no, que Colón hubiera tenido un hijo fuera del matrimonio, ni que fuera un hombre de poca fe, sino que se dieron cuenta de que era judío».

El Vaticano

Esa investigación sigue siendo secreta en el Vaticano y «probablemente sea ahí, donde se encuentren unos datos muy importantes», explica Villar.

A pesar de los datos sobre la personalidad de Colón, Villar señala que su libro es ante todo «un libro científico».

No en vano, trabaja en recopilar documentación sobre el tema desde hace diez años: «No se trata de una novela, ni de un libro de lectura fácil», aunque sin duda, será de gran interés para aquellos a los que interese la historia, luces y sombras de un personaje del que «no se acabará de conocer todo, hasta que no sea estudiado por un equipo multidisciplinar, en el que intervengan náuticos, historiadores, y científicos», apunta.

Fuente: La Verdad.es