Las importaciones chinas de carbón por vía marítima cayeron un 12,2% en 2022
- Las importaciones chinas de carbón por vía marítima cayeron un 12,2% en 2022 respecto al año anterior, fundamentalmente a causa de la debilidad de la actividad económica de este país, el crecimiento en un 10,5% de su producción interna y el aumento de las importaciones desde Mongolia por ferrocarril, según un informe publicado esta semana por BIMCO.
Las importaciones chinas se mantuvieron a la baja durante la primera mitad del año, pero se recuperaron parcialmente en los periodos de mayor demanda energética, especialmente en agosto, durante la ola de calor; y en el cuarto trimestre, con la acumulación de reservas para el invierno. Las importaciones de carbón coquizable se mantuvieron más estables a lo largo del año, cayendo ‘sólo’ un 6,5%.
Según el informe de BIMCO, las previsiones a corto plazo son inciertas. Un aumento de la actividad económica en China tras el final de la política covid cero y la relajación de las restricciones podría impulsar la demanda de importación de carbón en 2023. Esta materia prima sigue representando aproximadamente el 60% de la producción eléctrica en China y supone una alternativa más barata al gas natural licuado. Además, si la recuperación de China aporta estabilidad a su sector inmobiliario, podría aumentar la demanda de acero y, en consecuencia, la de carbón de coque.
Para BIMCO, 2023 podría ser el último año positivo para las importaciones chinas de carbón antes de que éstas empiecen a disminuir. China tiene previsto alcanzar su pico de consumo de carbón en 2026 y el objetivo de generar un tercio de su electricidad a partir de energías renovables para 2025. Estos factores, unidos al ya mencionado aumento de la producción interna, limitarán la demanda de carbón térmico en el futuro.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que el comercio mundial de carbón térmico podría reducirse en un 10% hasta 2025 debido al aumento de la minería en China y a la transición energética en Europa. En cambio, el de carbón de coque podría seguir aumentando un 6% hasta 2025, por la mayor dificultad para sustituir esta materia prima.