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El Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Gobierno de Cantabria suscriben un convenio para realizar un estudio de viabilidad del cultivo de la anchoa del Cantábrico (bocarte)

El Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Gobierno de Cantabria suscriben un convenio para realizar un estudio de viabilidad del cultivo de la anchoa del Cantábrico (bocarte)

El proyecto contará con una financiación de 176.350 euros y su fin es el
abastecimiento de la industria conservera y el uso de la anchoa como cebo vivo
para la pesquería de otras especies
Santander, 11 de diciembre 2009. En un acto realizado hoy en Santander, Jesús
Miguel Oria, consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad del
Gobierno de Cantabria y Enrique Tortosa, director general del Instituto Español de
Oceanografía (IEO), presentaron el convenio de colaboración, suscrito entre ambas
instituciones y destinado a la realización de un estudio de viabilidad del cultivo del
bocarte. Este acuerdo, que finalizará el 31 de diciembre de 2012 y está financiado con
176.350 euros, tiene como destino el abastecimiento de bocartes a la industria
conservera y su uso como cebo vivo.
El objetivo del proyecto es disponer de una técnica que permita la obtención de
ejemplares de bocarte de tamaño y calidad adecuado, para su uso en la industria
conservera y como sustitutivo de cebo vivo salvaje, destinado a pesquerías de otras
especies, principalmente túnidos.
De esta manera se posibilitará criar en cautividad bocartes, manteniendo la garantía de
calidad de la anchoa del cantábrico, ya que debido al cierre de la pesquería este pescado
no se puede capturar en la mar desde el 2005.
Mediante este proyecto se pretende demostrar que es posible criar bocartes. De hecho,
el Centro Oceanográfico de Santander del Instituto Español de Oceanografía cuenta con
ejemplares de esta especie, capturados en la mar, que viven perfectamente en cautividad
alimentándose del pienso elaborado por el propio laboratorio. Estos bocartes forman
parte del proyecto que el IEO, el Instituto Vasco de Investigación Marina (AZTI); el
Acuario de San Sebastián y la Universidad de Oviedo, están llevando a cabo para
caracterizar genéticamente esta especie.
Los estudios llevados a cabo por este grupo investigador servirán de base para el
proyecto que se desarrollará al amparo del presente Convenio.
La finalidad principal de este estudio es que en tres años se pueda contar con un bocarte
criado en cautividad que sirva para el salazón y que cuente con la misma calidad que el
que se encuentra en estado salvaje. El proyecto incluye un análisis bioquímico de la
composición de la anchoa que se encuentra en la mar para que la cultivada tenga los
mismos ácidos grasos, proteínas y textura.
Este bocarte no tendrá parásitos, pero será necesario asegurar que mantiene una
variabilidad genética que, incluso, permitiese en el futuro utilizarlo para repoblar la
pesquería del Cantábrico.