Los clubes de Baleares denuncian la operación de derribo contra el Real Club Náutico de Palma
Califican de “falsa controversia jurídica” el pretexto al que se agarra la Autoridad Portuaria de Baleares para no reconocer que el club tiene derecho a ampliar su plazo // Los actos propios de la APB evidencian que lleva décadas tratando al RCNP como una concesión
PALMA, 27 DE DICIEMBRE DE 2022.- La Asociación de Clubes Náuticos de Baleares (ACNB) hace un llamamiento a las administraciones públicas, y en particular al Govern de les Illes Balears y a la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), para que valoren la importancia social y deportiva del Real Club Náutico de Palma y reconozcan su legítimo derecho a renovar su actual concesión.
El Real Club Náutico de Palma fue fundado en 1948, fruto de la fusión de dos de las entidades pioneras de la náutica de recreo en nuestras Islas: el Real Club de Regatas (1891) y el Club España (1917). Es, por tanto, el decano de los clubes de Baleares y, como tal, forma parte del patrimonio marítimo de Mallorca.
Durante sus 75 años de historia, a los que cabe sumar los 57 desde la creación del club del que procede, el Real Club Náutico se ha caracterizado por su compromiso constante con el fomento de las actividades deportivas, sociales y culturales, y por la organización de regatas cuya dimensión internacional ha contribuido a posicionar la isla de Mallorca como uno de los principales destinos náuticos del Mediterráneo.
Esta actividad incesante ha generado, además, un importante beneficio para la economía de la ciudad, como así lo demuestran las auditorías de medios y el informe de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) sobre el impacto millonario de la Copa del Rey de Vela.
La aportación social del Real Club Náutico de Palma no es equiparable, hoy por hoy, a la de ninguna otra instalación deportiva ubicada en el puerto de Palma. A pesar de ello, la Autoridad Portuaria de Baleares está empeñada en impedir que el club ejerza su derecho a disfrutar de una ampliación de plazo, demostrando, por un lado, una falta de sensibilidad impropia de una administración pública y, por otro, una incomprensible falta de coherencia a la hora de aplicar la norma.
La Asociación de Clubes Náuticos de Baleares no consigue entender qué clase de criterio permite ampliar en 56.000 metros cuadrados la concesión del varadero de Palma y, a renglón seguido, tramitar el archivo del expediente instado por el Real Club Náutico de Palma.
Los náuticos y marítimos de Baleares no son ajenos a la falsa controversia jurídica con la que la administración portuaria local pretende boicotear la renovación del club, por razones que resultan incognoscibles. La naturaleza de un título como el que habilita al Real Club Náutico de Palma está definida necesariamente por el trato que ha recibido de la administración. Es público y notorio que la relación que ambas partes vienen manteniendo desde hace décadas es análoga a la de cualquier otro concesionario. Pretender que ese título es un “contrato de servicios”, cuando éstos se extinguieron en 2003, e ignorar además los actos propios de la Autoridad Portuaria que demuestran justo lo contrario, resulta grosero y parece más una burda maniobra que un argumento serio.
Los servicios jurídicos de Puertos del Estado son claros al considerar que el Real Club Náutico de Palma tiene derecho a ser reconocido como una concesión desde 2003 hasta final de este año y a que, en consecuencia, la Autoridad Portuaria de Baleares debería tramitar su petición de ampliación de plazo.
¿Por qué, teniendo este dictamen sobre la mesa, se decide archivar el expediente? ¿Pedirá la administración informe tras informe hasta que consiga aquel que le permita comprometer el futuro del Real Club Náutico de Palma? ¿No es consciente el organismo portuario de hasta qué puntos le vinculan sus propias acciones de los últimos 20 años? ¿Es, en definitiva, el objetivo de la Autoridad Portuaria de Baleares acabar con los clubes náuticos y con la actividad deportiva que promueven?
Si esto es así, que lo diga de una vez y se deje de subterfugios. Que explique a los más de 2.000 socios del Real Club Náutico de Palma las razones por las que, agarrándose a una cuestión semántica, quiere cargarse 75 + 57 años de trayectoria y tirar por la borda el gran trabajo en beneficio de la comunidad desarrollado por una de las entidades náuticas más prestigiosas de nuestro país.