La Guerra entre la Administración Valenciana y los Clubes Náuticos, amenaza la estabilidad del sector,
Los Clubes Náuticos de la Comunitat Valenciana promueven los deportes náuticos con más de 33.800 deportistas
El 62% de los amarres pertenecen a barcos con una eslora inferior a 10 metros, y el 20% se sitúa entre los 10 y 12 metros
La Guerra entre la Administración Valenciana y los Clubes Náuticos, amenaza la estabilidad de un sector, que sustenta la actividad deportiva náutica y turística en la región. Según el CSD, en el 2014 se registraron 33.831 licencias deportivas náuticas, casi todas promovidas por la actividad de los Clubes Náuticos. el 62% de los amarres pertenece a barcos de menos de 10 metros, y el 20% a barcos de entre 10 y 12 metros. El nivel de los usuarios pertenece a una clase media que nada tiene que ver con el lujo.
Esperanza Molina
La intención de la Generalitat Valenciana de modificar la recién aprobada Ley de Puertos (Junio, 2014), para privatizar los Clubes Náuticos, ha puesto en pie de guerra a la mayor parte de las entidades náuticas de la Comunitat Valenciana.
Los Clubes Náuticos estiman que esta medida solo tiene carácter recaudador, pero lo cierto es, que de llevarse a término, las entidades náuticas pueden estar condenadas a desaparecer, y con ellas, los valores que representan en estos momentos: promoción deportiva y turística de la Comunitat.
Por parte de la Generalitat, se afirma que solo están dispuestos a cumplir la Ley (hecho que desmintió recientemente el presidente de Puertos del Estado), al tiempo que argumentan, que se tratará de un sistema de concesión que obligue a los náuticos a ser más abiertos. Esto es, al menos, parte de lo que recoge el argumentario que ha elaborado la Generalitat para defender su privatización.
Lo que no se dice oficialmente, pero si se admite en el ámbito privado por miembros adjuntos a la presidencia del Consell, es que los consideran una fuente de financiación y recursos en un momento de deuda, al tiempo que algunos proclaman satisfechos, que “la diferencia entre este Gobierno y el anterior, es que a los anteriores se les manifestaban los del co-pago, y a nosotros los ricos de los Clubes Náuticos”.
¿Pero verdaderamente los Clubes Náuticos son ricos?,
La realidad de los Clubes Náuticos de la Comunitat Valenciana puede demostrarse en cifras.
Según el Informe de la Asociación de Puertos Deportivos (FAPDT, 2014), la Comunitat Valenciana contaba a finales del 2013, con 50 puertos deportivos. Algunos de ellos, como es el caso del RCN Castellón, RCN Valencia, RCN Gandía o RCR Alicante, dependen de Puertos del Estado, por estar situados en su zona de influencia de interés general.
El resto, dependen de la Generalitat Valenciana, por ser su comunidad autonómica de ubicación. En su totalidad presentan una oferta de 19.641 amarres, un 14,8% del territorio nacional.
La provincia de Castellón es la que menos puertos y amarres tiene, 3.448. Alicante, por el contrario, es la que concentra una mayor actividad, 19.641 amarres; mientras que Valencia cuenta con 4.782 amarres.
Un Informe realizado por la Universidad de Alicante, señala que el 62% de los amarres pertenecen a barcos de pequeña eslora, inferior a los 10 metros. El 20% se referencia con barcos de eslora entre 10 y 12 metros, y menos de ese porcentaje se ampliaría hasta los 15 metros. Los amarres para barcos de mayor eslora son inapreciables en Alicante y Castellón, y se concentran en la zona de Valencia.
El mismo informe señala, además, que muchos barcos tienen varios propietarios que pertenecen a una clase media, que no tiene nada que ver con los conceptos de lujo y exclusividad que a menudo se han barajado en medios de comunicación o en la creencia popular.
Las entidades náuticas podrían aglutinarse en: Marinas y Clubes Náuticos.
Las Marinas son entidades privadas, de gestión privada y con ánimo de lucro. Lo que quiere decir, que su fin fundamental es el de ‘parking’ de barcos, a los que presta unos servicios y cobra por ello; y su objetivo, obtener beneficios. Aunque hay marinas, como Burriananova, que acoge a un club de regatas y realiza numerosa actividad de deporte náutico, son los Clubes, los que, por su filosofía, están obligados a ello.
Los Clubes Náuticos son entidades sin ánimo de lucro, que no pueden generar beneficios. Están obligados a promover los deportes y la cultura náutica, y a reinvertir sus beneficios en estas actividades sociales y deportivas.
Y son ellos los que se encuentran en el punto de mira de la Administración Valenciana.
Actividad Deportiva
La Comunitat Valenciana registró en 2014, según el Consejo Superior de Deportes (CSD, 2014) un total de 33.831 licencias federativas, o lo que es lo mismo, registró 33.831 deportistas náuticos federados.
Si se toma en consideración que la licencia deportiva está concebida como obligatoria pero solo para participar en una competición; que hay muchos otros tipos de licencias no registradas por el Consejo Superior de Deportes, porque no contribuyen porcentualmente a las federaciones nacionales (que son las que certifican anualmente su número de licencias al CSD), como licencias de bautismo de mar, licencias de escuelas, de invitados… etc. Y que los que ‘compiten’ son solo una pequeña parte de los que practican deportes náuticos (que no compiten en pruebas autonómicas o nacionales), se puede deducir fácilmente, que el número de usuarios que practican habitualmente deportes náuticos supera con creces las 100.000 personas en el marco territorial de la Comunitat Valenciana, y se multiplica si se contabilizan los usuarios de las escuelas de vela (Más de 10.000 plazas en la Comunitat Valenciana).
Actividad Económica
El informe de FEAPDT en relación con los amarres y la evolución de su valor de cesión entre 2008 y 2013, mostró un descenso de entre el 52,55% en la provincia de Castellón. Más del 30% de la depreciación se produjo entre 2012 y 2013. En el caso de Alicante, los valores caen un 45,96%, y en el de Valencia se aprecia un descenso del valor de cesión del 43,08%. En su conjunto, la Comunitat Valenciana es la segunda región en cuanto a la caída de los precios de cesión y alquiler de amarres, con una media del 46,69%, solo superada por la Región de Murcia, con una caída del 58,80%. En cuanto a los precios de alquiler de amarres, Castellón solo habría perdido un porcentaje del 6,41%, centrado fundamentalmente entre el 2012 y 2013 (cabe tener en cuenta que la flota de alquiler es también inapreciable), en comparación con las vertiginosas caídas de precio de Valencia, un 22,85%, y Alicante, 47,66%.
Las expectativas fallidas de la Copa América
Uno de los motivos que podrían justificar esta depreciación del valor de los amarres y de los Clubes Náuticos, podría venir de la mano de las expectativas que generaron las administraciones con la elección de Valencia como sede de la Copa América. Concretamente, en Castellón, el proyecto original, llegó a contemplar la transformación íntegra de la dársena interior como puerto deportivo.
El resultado de aquella proyección, solo en Castellón, fue la creación de Marina Port Castelló, que no logró sus objetivos, o que el RCN Castellón tuviera que renunciar a la ampliación prevista, y reducir además la concesión de amarres que tenía para poder reducir los gastos de uso de lámina de agua de los amarres que no se vendieron.
Renovación o Concurso
Los Clubes Náuticos son entidades en régimen de concesión, para cumplir unos fines previstos, la promoción de los deportes náuticos.
Las concesiones son limitadas en el tiempo y, en estos momentos, en la Comunitat Valenciana hay 8 entidades que se encuentran en tierra de nadie al no haber podido renovar las suyas, entre ellas, el CN Vinarós. Eso significa, que el club no invertirá en renovación si no sabe si va a poder seguir ejerciendo su actividad, de forma, que se paraliza cualquier iniciativa.
Este no ha sido un problema solo de la Comunitat Valenciana, y la leyenda de los clubes como fuentes de negocio para la administración tampoco es nueva.
En el 2010, sin embargo, y tras numerosas polémicas, muchas de ellas surgidas en la Comunidad Balear, la Administración tuvo que transigir al entender que la privatización de los clubes no solo no le iba a portar más beneficios, sino que daría al traste con la actividad deportiva y turística que protagonizaban estas entidades.
El Partido Popular y el Partido Socialista consensuaron un acuerdo por el que se regula el tema de las concesiones, en el ámbito nacional, y se estima que podrán obtener una renovación automática los clubes que cumplan una serie de condiciones, entre ellas, la promoción de los deportes náuticos, como que el 80% de sus esloras sean inferiores a 12 metros y realicen inversiones en el dominio público que ocupan”
En la Comunitat Valenciana esta Ley no ha llegado a entrar en vigor. Primero, porque el Partido Popular estaba elaborando una Ley de Puertos Autonómica. Ley polémica hasta el último momento, y donde los Clubes Náuticos contaron con el apoyo de PSOE y Compromís para defender sus derechos. La citada Ley con las mismas condiciones que la nacional, se aprobaba por mayoría en junio de 2014.
La segunda, porque con el cambio de Administración, ahora es el PSOE y su socio de gobierno autonómico el que se desdice de todo lo indicado, como el pacto de la Ley de Puertos nacional, y su primera medida con los Clubes Náuticos se centra en la la Ley de acompañamiento d los presupuestos, la modificación e la Ley de Puertos autonómica, y la obligatoriedad de que los clubes concursen públicamente para renovar la licencia.
A la vista de lo que ha ocurrido con Marinas y entidades privadas, que han acabado en concurso de acreedores, y con los datos económicos de la evolución de amarres y clubes en la mano… podría llegar a afirmarse que, de no reconsiderar su postura, la Generalitat no solo no va a recaudar más, sino que se estará cargando de un plumazo la cultura y el deporte náutico de la Comunitat Valenciana.