Concluye el mandato de Óscar Estellers ‘Silver’ como Presidente del Club Nàutic S’Arenal
Óscar Estellers deja la presidencia bajo la que ha sostenido el timón del club durante los últimos 8 decisivos años, apostando por la vela y la sostenibilidad como grandes ejes de su mandato.
El Club Nàutic S’Arenal cambiará de presidencia mañana 18 de febrero, al dar por válida la única candidatura presentada para formar nueva Junta Directiva.
S’Arenal, 17 de febrero. Mañana 18 de febrero se formalizará la nueva Junta Directiva del Club Nàutic S’Arenal (CNA) tras dar por válida, la comisión electoral del CNA, la lista de integrantes presentada por el que será el próximo presidente del Club, D. José Ramón Picó. Con esta proclamación, nos despediremos de quien ha sostenido bajo su presidencia, el timón del club los últimos 8 años. Óscar Estellers, apodado desde su adolescencia como ‘Silver’ por ser, al igual que Long John Silver, tan buen navegante como cocinero, ha presidido el CNA durante los decisivos años de la pandemia, apostando por la vela y la sostenibilidad como grandes ejes de su mandato.
El vínculo de Estellers con el mar y la navegación se remonta a su nacimiento, el 17 de marzo de 1967, cuando su madre se puso de parto en un ferry de Transmediterrànea, en pleno trayecto entre Mallorca y Barcelona. Fue un niño despierto y muy travieso que empezó a navegar desde muy pequeño, ingresando en el equipo preolímpico español y ganando diversos títulos, como algún Campeonato de España juvenil. Su relación con el CNA es de toda la vida. En el club aprendió a navegar, fue monitor, entrenador y balizador, además de compañero y amigo.
Tras estudiar Derecho en la UIB, ha dedicado su vida profesional a la hostelería, regentando locales como la discoteca Mar Salada, La Posada del Loro o, actualmente, el restaurante Kokomo, a pie de playa en Cala Major.
De padre barcelonés y madre mahonesa, Estellers se siente de Llucmajor, lugar de nacimiento de su ya difunta esposa, Cata Pocoví, a quien conoció en el CNA. De hecho, fue poco después del trágico fallecimiento de Cata cuando Estellers, que había vendido todos sus negocios para volcarse en su hijo, fue convencido por un amigo para postularse como presidente del CNA.
“Lo hice por amor y compromiso con el club, por devolverle una pequeña parte de lo todo que me ha dado a lo largo de mi vida, pero en mi fuero interno tenía muchas dudas acerca de si sería capaz de dirigir todo un club náutico, así que opté por rodearme de los mejores en la Junta y confiar plenamente en la gente que sabe, es decir, los excelentes profesionales que tiene el CNA en las diferentes secciones”, señala.
El apoyo a la vela ha sido uno de los ejes estratégicos de su presidencia, durante la cual se ha potenciado la estructura de la Sección de Vela, se ha renovado la flota de barcos de la escuela, se han comprado motores, se ha ampliado el material y el club se ha volcado con los equipos de regata. “Tenemos más entrenadores que nunca, especialmente gente de la casa, y hemos modernizado y reorganizado la escuela. La vela es lo primero. Al fin y al cabo, somos un club náutico”, defiende.
Por otro lado, la fuerte apuesta por la sostenibilidad es sin duda otro de los aspectos que ha marcado sus años al frente del CNA, que se ha convertido en el primer club náutico de España con huella de carbono 100% compensada, además de haber eliminado los plásticos de un solo uso. Entre otras iniciativas en este capítulo, se han repartido botellas de inox a todos los regatistas y se han habilitado puntos de recarga de agua, se han instalado placas solares en el tejado del edificio principal del club, se han implementado medidas de ahorro energético, se han puestopuntos de recarga de coches eléctricos, se han firmado convenios con empresas de bicis eléctricas de alquiler para socios, se está implementando el sistema Cícero de la mano de Garau Ingenieros para mejorar la transparencia de las aguas portuarias, se han acogido charlas, seminarios y talleres sobre medio ambiente y sostenibilidad y se ha colaborado en la investigación medioambiental con diferentes entidades y proyectos, como Trueworld y su barco eléctrico, Vell Marí y el Dive Camp, Life and Sea o Imedea, a quien se ha cedido un amarre para la vigilancia de la reserva natural de la Bahía de Palma.
Además, durante la presidencia de Estellers se han mejorado las instalaciones del club, cambiando todos los pantalanes, habilitando pañoles y trasteros para que los socios puedan guardar material del barco y oficinas para empresas colaboradoras y se ha preparado todo para llevar a cabo, en un futuro, el cambio de bocana que anhela el club y que está pendiente del visto bueno final y la aprobación por parte del Gobierno de España.
Por otro lado, se ha mejorado la comunicación con el socio, habilitando la app móvil del club y mejorando la oficina virtual, para ampliar el catálogo de gestiones y consultas que pueden hacerse online: facturas, datos personales, meteo, agenda, venta de tickets, actas, documentación,... Pero sin duda, uno de los aspectos de los que Estellers se siente más orgulloso es la creación de la sección CNA Solidaritat, bajo la batuta de la actual vicepresidenta, María Garau. Este departamento sirve para impulsar y canalizar las aportaciones solidarias de los socios para hacerlas llegar a personas con pocos recursos, fundamentalmente del ámbito inmediato del club, esto es, Llucmajor. Se han celebrado recogidas de ropa y alimentos, compras de alimentos y otros recursos y se han aprovechado los diferentes eventos que se celebran en el club para dar a conocer las necesidades de los colectivos desfavorecidos y recaudar fondos y otros recursos para acciones solidarias, como la cena de Navidad preparada en el club para repartir entre los hogares con bajos ingresos del municipio. “Los socios han demostrado en todo momento su solidaridad y conciencia social, volcándose con los menos favorecidos a través de generosas aportaciones”, celebra Estellers.
Òscar Estellers ‘Silver’, amante de los viajes con México, Maldivas y Venecia como ciudades favoritas, con ‘El gran azul’ como película predilecta, una gran pasión por “todo lo relacionado por el mar” y la confesión de que, quizá por haber nacido en un barco, “en tierra no duermo bien”, se despide de la presidencia de su club con una última voluntad que sabe que difícilmente le será concedida: que en lugar de enmarcar su foto para colgarla en la sala de juntas junto a la del resto de presidentes, pongan una bandera pirata.